Dioses de neón

Como buena friki de la mitología griega y de los retellings, no he podido resistirme a leerme esta reinterpretación del mito de Hades y Perséfone, a pesar de la disparidad de opiniones que he leído acerca de "Dioses de Neón".

En primer lugar, me ha parecido de lo más interesante el universo que ha creado Katee Robert para esta historia, donde Olimpo es una ciudad como podría ser Nueva York, y los dioses son títulos que se heredan y/o se otorgan en base a las labores realizadas para con el abastecimiento de la ciudad. Esta nueva visión, moderna y urbarnizada, me ha recordado a la saga de novelas gráficas "Lore Olympus", que reinterpreta este mismo mito de manera brillante.

Esta modernización del universo creado, creo que es un punto muy positivo porque nos acerca a los personajes y conseguimos empatizar con ellos de una mejor manera, ya que aquí ya no hay dioses como tal. Sin embargo, es cierto que la personalidad tan marcada de los personajes en un principio, se desinfla un poco al final, ya que el autor deja de prestarle atención a esto para centrarse en otra cosa distinta, como es, intentar sorprender al lector en un "plotwist" en la trama.

En cuanto a las escenas sexuales que tanto han dado que hablar en este libro, es cierto que a veces prometen más de lo que al final sucede, ya que las conversaciones anteriores crean unas expectativas que no se llega a cumplir del todo porque sucede demasiado rápido. Sin embargo, a mi no me han disgustado para nada, al contrario, creo que a pesar de que el trato que hacen Hades y Perséfone puede tener poco sentido, el sexo está justificado en prácticamente todas las escenas, no está forzado ni sale demasiado. Este es un libro con tintes eróticos, si, pero no es un libro erótico. al final, me han enganchado más los sentimientos surgidos entre ellos, su "enamoramiento", y la repercusión de esto con respecto a la situación política en la que se encuentran, que las escenas sexuales.

Sin duda, este es un libro que no te va a cambiar la vida, y posiblemente tampoco sea la mejor reinterpretación del mito de Hades y Perséfone, pero de lo que tampoco hay duda, es que este libro se devora en un par de días, y el final, aunque un tanto predecible, no deja de ser bonito, apropiado y sin duda envidiable. Una lectura fresquita, que te engancha desde el principio y te hará vibrar en algunos momentos, sí que la recomiendo.