Dulce hogar

"La incertidumbre que se alarga en el tiempo se convierte en un verdadero infierno".

Con Dulce Hogar, Pablo Rivero me ha vuelto a enganchar a su manera tan particular de escribir. Una novela repleta de misterio y perturbación y que se adentra en el miedo de la protagonista para mostrarnos cómo influye en su devenir.

Hay momentos para todo, pero aquí dentro palpitan los sentimientos de la protagonista como algo que machaca tu propia cabeza: soledad, morbo, turbación, incógnita..., todos ellos adjetivos que cotejan el sentir de Julia desde la primera página del libro.

Su matrimonio sufre algún problema, entre ellos el hecho de no poder ser padres, es entonces cuando Rubén y Julia deciden buscar un nuevo hogar en un sitio idílico que pueda servir de incentivo para muchas cosas, entre ellas ése deseado embarazo que no termina de llegar.

Esto es tan sólo la punta de lanza de una historia perturbadora y oscura, muy del estilo del autor, en la que vuelve a tratar temas de actualidad, mostrando su enorme crecimiento como escritor y volviéndonos a sorprender con un final turbio e inesperado, una de las cosas que más me gustan del autor, su enorme capacidad para llevarte de la mano hasta el final haciéndote sentir ansioso y expectante. Algo que consigue crear también gracias a capítulos cortos y contundentes que te obligan a querer leer uno más y a personajes dispares y muy bien definidos. A pesar de sus más de 500 páginas, Dulce Hogar es un libro fácil y rápido de leer, allí donde el pasado se esconde para llegar a un presente demoledor.

NOTA FINAL: 8/10