… Ella es la intelectual de la familia. Esa palabra era peyorativa referida a una mujer. La recordaba incluso como insulto cuando en la escuela había mostrado su afición a la lectura. Tampoco era positiva en boca de su madre. |
… Ella es la intelectual de la familia. Esa palabra era peyorativa referida a una mujer. La recordaba incluso como insulto cuando en la escuela había mostrado su afición a la lectura. Tampoco era positiva en boca de su madre. |
Ese tono lo conocía. Hablaba con la misma altivez y desdén con que las mujeres que se consideran decentes se refieren a las putas o a las fulanas con las que se desahogan sus maridos.
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Allí estaba Mariona. Blanca, rubia, carnosa y muerta…
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En la biblioteca olía como siempre, a papel seco y a polvo. Y con todo, Beatriz aspiró ese aire con fruición. La biblioteca siempre había sido para ella un refugio, la puerta de entrada a la Edad Media, al Renacimiento, las épocas a las que podía escapar cuando el presente se le hacía insoportable.
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10 negritos