El coleccionista de besos

Leer El coleccionista de besos es adentrarse en una novela juvenil que nos rompe un poco por dentro. El desconcierto es lo primero que nos acompañará cuando nos adentremos en la vida de este joven TEA, ya que por mucho que podamos acercarnos a comprender algo de cómo percibe y gestiona lo que le rodea, jamás podremos entenderlo al cien por cien.
La novela por tanto nos hace una propuesta en la que nos pide que nos pongamos en la piel del protagonista e intentemos creer lo que nos cuenta. Ni más ni menos. Así acompañaremos a IAN en uno de los momentos cruciales de su vida, y no es la PAU, sino decidirse a seguir su vida y pelear por sí mismo.
Ciberacoso
Y es cierto que la historia de nuestro protagonista por desgracia no es una historia aislada, la podemos ver en nuestros centros, aunque tampoco queremos alarmar, estamos ante una ficción realista, pero que como tal nos pone en el peor de los casos. Además, la historia no solo irá de IAN.
La historia se divide en dos partes, por un lado la historia donde TNA es la víctima. En ella podremos ver abuso sexual y ciberacoso, podremos entender lo fácil que es convertirse en cómplice si no tenemos claro que eso es un delito, pero también veremos cómo actuar y dar un paso al frente para seguir adelante.
Por otro lado, en la segunda parte, encontraremos el desarrollo final de IAN, cuando entendiendo poco a poco qué es lo que siente, comienza a intentar vivir tal y como es. Esta parte, al menos para mí, me ha resultado muy dura, ya que el joven no solo tiene que incluirse en el mundo sino que, además, detecta todos los fallos del mismo. Para el lector no es solo angustia por lo difícil que le resulta, sino también porque es un descubrimiento para nosotros mismos de los fallos y nuestros fallos.
En este sentido, la temática de la obra es bastante actual, aunque se sitúe unos años atrás en el tiempo, y necesaria, creo yo, para que entendamos tanto la parte de trastorno del espectro autista, como las relaciones tóxicas que se establecen tanto dentro como fuera de la red.
Aprendamos juntos
El libro se lee muy rápido, ya no solo porque su longitud no es muy extensa, sino porque nos hemos acercado a los medios de comunicación actuales, de esta manera, muchos de los diálogos serán conversaciones de chat, que agilizan mucho la narración, pero también ayudan a entender los problemas de comunicación que de hecho provocan.
Además, el estilo del autor es muy ameno y no se anda con medias tintas a la hora de explicarnos lo que sucede. Su acercamiento a las reacciones de los TEA muestra que ha tenido un lector de parte y, la verdad, es que se agradece.
Por todo ello, creo que es una novela que nos revolverá por dentro, sobre todo si nos ponemos en el lugar de los personajes, pero que merece ser leída y aplicada un poco más allá de sus páginas. A mí me ha gustado, me ha descolocado y me ha dejado con ganas de pensar y reflexionar. Espero que os animéis con ella y que os guste.

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La lectura es un viaje. Y a mí este libro me ha reencontrado con un antiguo alumno. Sus compañeros le tiraban gomas y se burlaban de lo que consideraban excentricidades. Yo pedía paciencia. Mientras, buscaba una vía de comunicación a través de la que establecer un vínculo que lo anclara al curso y le permitiera vivir, realmente, aquella etapa. A su manera, claro. Pero no hay dos miradas iguales. Nunca. Y eso es maravilloso. Es algo que todos deberíamos apreciar.

En este agotador inicio de curso, una de mis compañeras de Lengua me ha prestado El coleccionista de besos (Edebé, 2018), de Pedro Ramos. En ella conoceremos a Ian, un chico que está a punto de presentarse a la antigua PAU, que padece a los amigos equivocados, está obsesionado con los videojuegos y colecciona besos y citas en las redes sociales. Además, su percepción del mundo está marcada por el Síndrome de Asperger, la inestable relación con sus padres y la dolorosa idea de ser el hijo defectuoso.

A través de la historia de Ian se tratan temas fundamentales para los adolescentes como son el bullying, la adicción a la tecnología, la implicación en los conflictos, más allá de buscarse problemas o no quedar mal, y las complicaciones que se producen en las familias, más allá del papel de padre o madre que cada individuo pueda ejercer. Y cómo no, el amor. Sorprendente y arrollador como solo el amor adolescente puede ser.
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