Buenas intenciones

Esta novela es la segunda de las aventuras de Miranda Grey (Podéis leer la reseña del primero, "Malas influencias" Aqui)

En esta ocasión, el autor sitúa la novela en Madrid, aunque los personajes volverán también a algunos escenarios de su novela predecesora. No quiero contar nada de la trama, simplemente os remito a la sinopsis.
Sigue la línea del anterior, con un prólogo que impacta y deja pensando al lector. Es en este momento donde el autor nos presenta a un personaje, un personaje misterioso, poco sabemos de él y seguiremos sin saber prácticamente nada.

Un cadáver encontrado, seguido de la explosión del piso donde vive Miranda hace que la novela tenga un comienzo donde ya no deja que el lector pueda tomar un respiro, pues su lectura aquí es trepidante para después bajar la intensidad un poco, ya que el autor comienza a dosificar, eso sí, sin perder un ápice de intriga e interés por parte del lector. Pero esta aparente calma será para ir cogiendo ritmo y fuerza hasta llegar a un final de infarto y que queda abierto para la próxima entrega.
Nos volvemos a encontrar con Miranda, Alex y Jesús. En esta ocasión conoceremos un poco más de cada uno, pero especialmente, sabremos más de Alex.
Además también llegan nuevos e interesante personajes. Isabel, que es amiga de Miranda y con quien comparte piso en Madrid. Es un personaje que al principio me hacía dudar un poco, pero según ha ido avanzando la novela, este personaje ha sido toda una revelación; una mujer con carácter, y con una tranquilidad y forma de tomarse las situaciones que van ocurriendo que ya quisiera yo, una templanza que encuentra su contrapunto con otros personajes.
También conoceremos a Ángela, la compañera de trabajo de Alex. Un personaje que también me ha sorprendido y que tengo la intuición de que nos seguirá sorprendiendo en el tercero.
Y qué decir de Caliban, misterioso y del que el lector está dudando constantemente durante toda la novela hasta justo el final donde muestra sus cartas.
Cosa que me gusta y que también está en Malas influencias, es que está presente la metaliteratura, aquí de forma explícita y haciendo mención a grandes clásicos de la literatura universal como por ejemplo Orgullo y prejuicio. Eso para mí es un plus, aunque como no iba a estar incluida de alguna forma la literatura y los libros siendo la protagonista escritora.

Un thriller adictivo, con una trama bien ejecutada, de lectura ágil con un ritmo que va creciendo y con mucha acción, con buenos personajes muy bien definidos, los cuales entre ellos tienen una conexión especial, de capitulos cortos y lleno de diálogos que hacen que su lectura sea rapidísima y las páginas vuelen sin darte cuenta. Con una banda sonora maravillosa, para quien le guste el rock, y que yo no he hecho otra cosa nada más que escucharla mil veces.
Aunque la trama va cerrando preguntas, también se van abriendo nuevos interrogantes y cosas que quedan en el aire para desvelarse en la tercera parte.
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¿Sabíais que el Monumento del Ángel Caído de El Retiro está exactamente a 666 metros de altura sobre el nivel del mar? Miranda tampoco lo sabía, hasta que un cadáver aparece desnudo bajo la estatua y su vida se convierte en una carrera a contrarreloj por la supervivencia.

Si Marc Soto ya me conquistó con “𝑴𝒂𝒍𝒂𝒔 𝒊𝒏𝒇𝒍𝒖𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒔”, en “𝑩𝒖𝒆𝒏𝒂𝒔 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔” se pasa el juego haciendo que nos reencontremos con los personajes en un giro de los acontecimientos de lo más espectacular.

La Miranda de “Buenas intenciones” le da mil vueltas a la del primer libro. Algo que también es más que evidente en la pluma del autor, que con unas piruetas de acción por aquí y unas pinceladas de misterio por allá, va tejiendo una historia sumamente adictiva.

Miranda Grey (o García, dependiendo del momento en que la pilles), se ha convertido en uno de esos personajes de los que necesitas siempre “un capítulo más” y el grupo de secundarios que la acompaña también tiene gran parte de responsabilidad, porque, en mi opinión, forman un tándem perfecto.

Solo le voy a poner un pero y es que aún no tenemos disponible la tercera parte de esta historia (¡y la necesito!), y es que una vez os dejéis llevar por las “Malas influencias” y descubráis que no todo el mundo tiene “Buenas intenciones”, vais a necesitar saber más.

⚠️Todas las valoraciones vertidas en este espacio son personales. Cada lector es un mundo con gustos propios, y se agradece respeto y tolerancia por las opiniones diferentes. Gracias.

Segunda entrega de Miranda Grey en la que he visto una gran evolución en todo, tanto en la protagonista como en el autor.

Todo comienza cuando aparece un cadáver en el parque del Retiro junto a la estatua del ángel caído. A partir de ahí, la acción no nos va a dar tregua, ocurrirán muchas cosas haciendo que los primeros capítulos sean trepidantes y llenos de adrenalina.

Miranda es una escritora que ya en la primera parte se vio envuelta en un asesinato y ahora de nuevo se verá inmersa en un lío de campeonato. Ambos casos están relacionados, así que si queréis adentraros en esta historia es primordial que empecéis por el principio, Malas influencias.

He desconfiado de todo el mundo, cada personaje tenía lo suyo y yo que siempre veo oscuros secretos, pues para qué quiero más. Si por mi fuera estarían todos presos.

He disfrutado mucho haciendo cábalas y más cábalas para luego no acertar ná de ná. Como casi siempre, vamos. Los personajes están muy bien definidos, y he podido ver sus luces y sus sombras. Si Jesús, el editor de Miranda, en el primer libro me caía mal resulta que ahora me ha enamorado. Con otros personajes me ha pasado al revés. Y luego está Miranda que cada vez me parece menos ñoña y más aguerrida. Ha crecido una barbaridad.

El único pero que le pongo es que el final me ha dejado con ganas de más. Espero que pronto esté lista la tercera parte.

Una obra que no tiene nada que envidiar a los best sellers o autores conocidos del género. Con el añadido de centrar la trama en España dando un gran resultado final.



Buenas intenciones es la segunda parte de Malas influencias, un libro protagonizado por Miranda Grey que nos adentra en la vida de una periodista y escritora que lucha por hacerse un hueco en el gremio. Su afán de dar con una buena historia le lleva por la trama de la primera obra de la que no te contaré nada más por si no la has leído, ya que no quiero hacer spoilers. Aunque podrías leerlo sin haber disfrutado del anterior (perdiéndote algunas cosas interesantes), te recomiendo sí o sí que lo leas en su orden para apreciar bien toda la magnitud de la trama, de ambas historias y de cómo se entrelazan.

La tensión en Buenas intenciones, es palpable, con sus capítulos cortos hace que quieras uno más, pero uno tras otro, sin parar. Sabe manejar el suspense para dejarte justo en el momento álgido. Menos mal que estamos en un libro y no ante una serie con capítulos, porque sería de esas que quieres matar al responsable de dejarte con la miel en los labios y de esperar. Por suerte, aquí puedes seguir leyendo sin parar hasta el final. Y ¡menudo final!

Escrito en tercera persona contiene un ritmo que va aumentando desde el comienzo, aunque ya se inicia con un gran nivel. Prometo que no te aburre en ningún momento. Si disfruté desde el minuto uno, qué decir de cuando se acercaba el final. Con capítulos espectaculares entre ellos para no darte descanso.

Olvida todo lo que crees saber y adéntrate en Buenas intenciones para disfrutar de un thriller adictivo pero además, es que está terriblemente bien ejecutado. Todo va encajando, sin encontrar vacíos o aspectos sacados de la manga. Lo que parece un acto simple en determinado momento, resulta después ser clave. Y así, con todas las pistas al alcance de tu mano, no eres capaz de verlo y unirlo hasta que ya te ha contado cómo se ha ido resolviendo. Es más, llegados a la resolución final, aún ahí, sigue girando la trama para no darnos descanso, volviendo a sorprender sin remedio.
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Este es un libro que te atrapa desde el prólogo. En estas primera líneas el autor nos introduce en una atmósfera de misterio que nos acompañará a lo largo de toda la novela.

Esta es la segunda parte de Malas Influencias, y volvemos a encontrarnos con Miranda, que ahora vive en Madrid junto con una antigua amiga. Alex también se ha trasladado a vivir a Madrid, y parece que por fin sus vidas van a encontrar algo de tranquilidad, ¿o no?

Pero no solo con Miranda nos vamos a reencontrar en esta segunda parte, también volveremos a saber de Norma Segura, de Jesús Logán, incluso de Daniel Urtice y Ricardo Alcázar, además de conocer a algunos nuevos personajes como Isabel, o el misterioso Caliban.

Este es un libro con un ritmo vertiginoso, con mucha, muchísima acción y con unos giros en la trama de los que vuelven loco al lector.

Solo os digo que con Malas Influencias, Marc R. Soto puso el listón muy, muy alto. Pero es que con Buenas Intenciones lo ha subido todavía más. ¿Hasta dónde llegará este autor? No lo sé, pero seguro que muy muy arriba. Desde luego lo merece.