Voy a empezar diciendo que esto es lo mejor que he leído de Mariano hasta ahora. No porque sus otras obras sean malas, sino porque se superó completamente con esta novela. Acompañamos a El Mudo en la selva chaqueña, usurpando una casa y viviendo prácticamente del monte. Vamos descubriendo la historia de forma desordenada, como vive El Mudo. Si hay algo que me gusta de la escritura de Mariano es que habla mi idioma, que se siente del interior, que tiene esos detalles que no lo hacen distante. En Una casa junto al tragadero vivimos en el monte, sintiendo que siempre hay algo atrás nuestro, que algo anda mal. No puedo recomendar más este libro. LEANLON. |