Te doy mi corazón

En este tercer tomo de la saga familiar Bridgerton iremos conociendo más a fondo al reservado Benedict, el segundo de los ocho hermanos.

Aquí continuaremos con el formato de inicios de capítulo donde nos encontramos con la publicación de Lady Wisthledown, la reina del cotilleo. El libro se comprende de 23 capítulos, los cuales se encuentran divididos en dos partes y al tratarse de capítulos moderados, nuevamente la lectura se vuelve fluida al punto de que en un par de días puedes darle fin a la historia.

En cuanto a la historia, ya sabemos en que terminara todo (matrimonio) pues de eso se trata toda la saga jeje pero en este libro en particular me ha sorprendido muchísimo el hecho de que haya estado inspirado en la chica que vive explotada por su madrastra y hermanastras o en pocas palabras en Cenicienta, algo que es perceptible desde los primeros capítulos. Y debo de confesarles que estuve a punto de quejarme porque no sabía que sería al estilo Cenicienta y pensaba que ese estereotipo impulsado por Charles Perrault no podría tener mucha variedad pero al seguir leyendo, me di cuenta de lo equivocada que estaba pues no avance ni diez páginas cuando ya estaba con ojos de borreguito.

Al tratarse de Benedict, esperaba que fuera un tanto frívolo cómo su hermano Anthony pero ¡nada que ver! Este chico es un amor y desde que salva a su “Cenicienta Sophie” de unos berzotas supe que lo amaría. Me enamoró al saber lo importante que es para él cuidar de las mujeres sin importar su condición social pues al haberse criado con cuatro hermanas, sabe que debe de hacer lo correcto ya que en ninguna circunstancia le gustaría que sus hermanas estuvieran en alguna situación de peligro y que nadie intercediera por ellas, más hombres como Benedict ¡por favor!

En este caso, la manera en cómo se desarrolla la historia es mucho más romántica en comparación a los dos libros anteriores pues no solo se trata de buscar esposa sino de una lucha en contra de los estereotipos impuestos por una sociedad londinense donde emparejarse con los suyos es el único camino.

Benedict lo pasa realmente mal después de haber asistido a un baile y haber quedado prendado de una chica misteriosa, de la cual solo tiene como pista un guante con unas iniciales y por un par de meses ella se convierte en su obsesión pero al final desiste y vuelve a su vida normal. al pasar el tiempo y haber superado la desaparición de esa chica que se quedó en su mente y su corazón con tan solo haber compartido una noche, llega el día en que encuentra a Sophie en una situación de peligro y decide intervenir, a partir de ese momento algo pasa en el corazón del joven que no puede separarse de ella y hace hasta lo imposible por justificar su compañía, pues claro, la chica es de la servidumbre y no está bien visto ese trato hasta cierto punto igualitario que recibe por parte de él.

No les voy a mentir, a pesar de que la historia de Sophie es muy interesante y aun cuando la chica es resiliente y sobrevive lo mejor que puede, cosa que valoro mucho en los personajes y las personas mismas, mi personaje favorito sin lugar a dudas ha sido Benedict. Ese carisma que tiene, su interés por el arte, su actitud protectora y sobre todo esa atención que pone a los pequeños detalles son los que lo han hecho convertirse en mi personaje favorito, hasta el momento. Pero también quiero hablarles de Violet, nuevamente se hace presente y es pieza clave para la resolución del conflicto de intereses que representa un matrimonio con alguien de diferente clase social. Esta mujer sabe sacar la casta y por eso me encanta su personalidad.

En resumen, un romance al estilo Cenicienta con un protagonista encantador y una reina del cotilleo que mantiene a todos al filo de la noticia, incluyendo al propio lector.

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