El vizconde que me amó

Anthony es un personaje que brilló con luz propia en el libro anterior. Pese a ser demasiado protector para mi gusto, me pareció un chico encantador y de lo más divertido, por lo que estaba deseando conocer su historia. Ya os digo que esta segunda parte me ha gustado más que la primera, sobre todo por la pareja protagonista y su relación.
El comienzo de este libro contrasta mucho con el de El duque y yo; mientras que Simon tuvo una infancia horrible, por ser humillado y despreciado por un padre que no lo quería en absoluto, Anthony adora a su padre, es la persona con la que más se siente conectado en el mundo, así que cuando fallece, no se le ocurre que el vaya a hacer cosas más grandes que su padre, ni que vaya a vivir más años que él. Así que vive convencido de que morirá joven y nunca será tan bueno como su progenitor, lo que influirá en que huya del amor a toda costa. ¿Para qué enamorarse, si se va a morir pronto y va a dejar un reguero de dolor a su paso?
Esta situación, de primeras, parece un poco "tonta", y es verdad que es un pensamiento bastante inusual. Sin embargo, como bien refiere la autora en la nota del libro, cada persona afronta una pérdida de una manera diferente y esta la marca de una forma u otra. Así que aunque veamos el motivo como algo superficial o pensemos que debería dejarlo ya y vivir tranquilo, en realidad Anthony no puede, no es una tontería y es un pesar que lleva desde que su padre falleció. Que a veces cansa, pero hay que tenerlo en cuenta. Eso sí, el esquema de este libro es bastante parecido al del anterior, ya que los dos hombres tienen un trauma de la infancia que les impide entregarse al matrimonio al 100% y les lleva a cometer estupideces, incluso la forma en la que se desarrollan algunos momentos entre los protas es bastante parecida en esencia, pero bueno, los personajes son bastante diferentes entre sí.
La pareja de esta novela me ha maravillado. Por un lado, tenemos a Anthony, el mayor de los Bridgerton, conocido por ser un seductor, así que causa gran revuelo que de repente parezca que está buscando esposa. Anthony es noble, divertido, un poco creído también, pero a la vez bueno. Protagoniza escenas bastante cómicas, y los dilemas que tiene en su mente, debatiéndose entre casarse con alguien que no le genere sentimiento alguno y sus pensamientos cada vez más frecuentes con Kate, son lo más. Eso sí, reconozco que a veces trataba muy mal a Kate y era un capullo integral, así que ha tenido sus escenas donde no lo he tragado, aunque mi valoración general sobre él es buena. Por otro lado, contamos con Kate, la mayor de las hermanas Sheffield. Creo que me ha gustado porque me siento muy identificada con ella. Me encanta como lo da todo por su hermana, la protege y la quiere con todo su ser. Me ha hecho mucha gracia como tiene prejuicios hacia Anthony desde el primer momento, creyendo que es de lo peor por ser un mujeriego y negándose a entablar ninguna clase de relación con él. Ay, Kate, nunca digas de esta agua no beberé, que el camino es largo y te puede entrar sed. Además, me ha dado pena que siempre se sienta en segundo plano y que eso la haga sentirse menos atractiva o interesante, cuando su personalidad es oro. Por su genio y comentarios sarcásticos y punzantes, da la apariencia de desconfiada y arisca, pero solamente busca proteger a los que mas quiere, y protegerse a sí misma. Me gusta porque no se corta, es natural y se muestra tal y como es, incluso saca a relucir sus inseguridades, pero solo con la gente de confianza.
He disfrutado mucho de los momentos entre ambos, porque son un continuo tira y afloja. Indirectas, directas, mucho sarcasmo y discusiones, que encierran una clara tensión sexual y tal vez algo más. La verdad es que es imposible no sonreír con ellos. Además, en este libro vuelve a tomar de nuevo mucha importancia la familia. de una parte, los Bridgerton seguirán dando guerra, aunque no lo viviremos de la misma forma que en el primer libro, puesto que Daphne era un miembro de la familia y Kate no, así que veremos como se comportan delante y con una joven que es externa, y también veremos cómo vive ella esas situaciones. de todas formas, no os preocupéis, que los momentos disparatados siguen ahí y no habrá tiempo para el aburrimiento, por ejemplo, la partida de palamallo me dio mucha vida. de otra parte, tendremos a la familia de Kate, compuesta por ella, su madrastra Mary y su hermana Edwina. Me ha parecido muy tierno el vínculo que las une a las tres, especialmente se refleja muy bien que una familia no tiene que ser la de sangre, y que Mary y Kate son madre e hija en el completo sentido de estas palabras, aunque no lo sean biológicamente. Edwina es un personaje que ha estado bien, me gusta la relación que tiene con su hermana y que no haya competición entre ellas, ni que sea una creída, pero me ha parecido un poco sosa.
Por supuesto, nos enteraremos de todos los cotilleos de la sociedad gracias a la revista de Lady Whistledown. No sé quién puede ser esta mujer, tengo mis candidatas, pero le da salseo al libro y se entera de todo, vaya que sí. Ya veremos qué nos cuenta de Benedict, el protagonista de la siguiente entrega.


Enlace: https://adictaloslibros.blog..