La camarera

Libro ganador del premio Goodreads a la mejor novela de misterio y thriller del 2022, con recomendación en la faja de Stephen King. Una portada que invita a leerlo y una sinopsis más que interesante (que leí después de terminarlo). Con todo esto tenía claro que lo leería tarde o temprano y así ha sido.

Para mí ha sido un sí pero no. Lo primero que me sorprende es que entre todos los thrillers que se publican al año, gane un libro que vale tiene misterio, de hecho es un “cozy mistery” pero es bastante lento y tampoco tiene unos giros de los que se te da la vuelta la cabeza. Es bastante previsible en general. Entonces ¿qué tiene de especial este libro?

Pues sin duda Molly, su protagonista, una camarera de hotel que me recordó en muchas ocasiones a Eleanor Oliphant. En ningún momento se dice en el libro que Molly sea T.E.A cosa que tampoco entiendo porque ayudaría mucho a visibilizar este trastorno y a hacer reflexionar sobre como algunas personas entienden la vida y los hechos de otra manera.

Molly es literal, entiende la vida sin aristas, sin dobles sentidos, sigue las convenciones sociales que su abuela le ha enseñado, no entiende la ironía y a veces tampoco los gestos detrás de las palabras de los demás. Necesita orden en su vida y seguir ciertas rutinas. Es una magnífica camarera de hotel, adora verlo todo limpio y ordenado, es correcta con los clientes y honrada a más no poder. La trabajadora que todo hotel querría tener en sus filas.

¿Qué pasa en este mundo con las personas así? Pues desgraciadamente que los demás se aprovechan de ellas. Molly se verá envuelta en la muerte de uno de los clientes del hotel, el más importante. Junto a algunas buenas personas – que también las hay- iniciará una investigación para poder limpiar su nombre.

Es un libro entretenido que tras pasar una primera parte más tediosa te lees enseguida. Lo que más me ha gustado son las frases que la abuela le decía a Molly y las reflexiones de esta sobre la vida.

“Cuando se suponen las cosas, lo único que se consigue es quedar como un imbécil”

“Si te gusta tu trabajo, no trabajarás ni un solo día de tu vida”