Tanto amor para nada. Una atracción irresistible con más de un millón y medio de lectoras.

Lo que hace atrayente a una persona no es un vestido o unos zapatos de tacón, sino sentirse bien consigo misma. Cuando se encuentra a gusto en su propia piel.

No es una cuestión del lugar adecuado, sino de la persona adecuada con quien ver el mundo.

En ocasiones lo que también cuenta es cómo se pierde. O al menos lo que se aprende perdiendo.

Nunca hay que olvidar quién eres en realidad por causa de un hombre, no dejes jamás de quererte lo suficiente como para pesar por alto tu propia dignidad. Si alguien te trata mal, sea por el motivo que sea, hay que reunir fuerzas para alejarse de esa persona.

A veces uno elige el camino más fácil y no el más estimulante. Pero así, al final uno se aburre como una ostra.

Las cosas que van en sentido único solo pueden llegar hasta cierto punto

Aquí la evidencia empírica sugiere algo completamente distinto: cuando conoces a alguien que pone tu vida patas arriba, entras en crisis. A lo mejor es así como se crece, aunque se piense que se ha dejado de crecer hace tiempo. Uno debe encontrárselo de frente.