“Paseáis por Leningrado. Nada os da una idea de que Rusia fuera un país absolutista. ¿Intolerancia religiosa? En Leningrado hay unas iglesias magníficas dedicadas a todos los cultos. El zarismo dejaba construir una sinagoga en Leningrado, pero, en los pueblos de la Polonia rusa, las chicas de las familias judías, para poder trasladarse a Varsovia para estudiar en la universidad, tenían que aceptar una carta de prostitución.”
|