Pero ella, que nunca ha conocido el dolor, ella se morirá al menor quebranto, a la menor palabra un poco seca, un poco dura. Ay, señor, te conjuro a que le trates con suavidad.
|
Pero ella, que nunca ha conocido el dolor, ella se morirá al menor quebranto, a la menor palabra un poco seca, un poco dura. Ay, señor, te conjuro a que le trates con suavidad.
|
en su dolor, creía que, desde que había venido al mundo, los cielos nunca habían satisfecho ni uno solo de sus deseos.
|
¿Con qué frase empieza esta novela?