Nos crecen los enanos

Nos crecen los enanos era un título que esperaba con ganas ya que hace bien poco leí Astillas en la piel el cual me fascinó.

Antes de nada recomendar leer primero Astillas en la piel, ya que si bien podemos decir que podrían formar una especie de serie los títulos formados por La suerte del enano , Astillas en la piel y Nos crecen los enanos. Es cierto que el primero tiene una lectura y un caso más independiente, pero los 2 últimos están muy relacionados y uno es la continuación de otro.
En esta ocasión, lo que más me ha llamado la atención es que de entrada conocemos quien es el asesino, una premisa que a priori no es fácil de manejar ya que siempre resulta un dato que puede hacer que la novela pierda ese punto de tensión y misterio por descubrir quien comete el asesinato, más bien los asesinatos porque Gellida mata a todo "bicho viviente". Es quizás en este dato donde se ve que claramente el autor tiene mucho oficio, porque hace que la novela resulta tremendamente interesante y adictiva aún sabiendo quien es el asesino.

Leyendo estas tres ultimas entregas he visto cierta evolución en la manera de presentarnos las historias, si bien es cierto que el estilo del autor es descarado e inteligente, es en Nos crecen los enanos donde he observado que la mezcla narrativa es más audaz y acelerada, ya que en el mismo capítulo va entrelazando párrafos con diferentes escenas dotando de inteligencia al autor para que sea él el que separe y averigüe donde se encuentra. Lógicamente esta estrategia aporta aún de más ritmo a la novela ya que le permite carecer de recursos superfluos, es como si en todo momento vamos al grano, ya conocemos a la mayoría de los 'personajes, tanto a los buenos como a los malos, ya sabemos quien es el que asesina, pues ya solo nos queda lo bueno, lo gordo.

Esto anterior no quiere decir que en ciertas ocasiones el autor no nos refresque la memoria sobre quien es quien y con pequeñas pinceladas nos recuerde o esboce los cameos de los personajes de otras novelas que igual no todo el mundo hemos leído.

En esta evolución también observo que cada vez el autor se sumerge más en la historia llegando a confundir al lector, y me atrevo a decir que a él mismo, en si a él le pasa lo mismo con sus personajes. Hay ocasiones claras como la aparición de un calvo con un perro y una muchacha de pelo rojo, pero en este caso la búsqueda del protagonista escritor (Álvaro) de sensaciones a través de sus personajes me ha llegado a dar miedo. ¡César, ten cuidado!. Esta agonía por separar la realidad de la ficción se transmite al lector que en algún momento mirará de reojo por si acaso.

Como decía el ritmo del libro es altísimo, muy cinematográfico, de hecho creo haber leído decir al autor que la idea surgió como guión y luego derivó en libro. Este ritmo en alguna ocasión puede llegar incluso a fatigar porque siempre pasan cosas y están entrando en juego personajes, lo cual alguna vez me ha hecho dudar un poco en la identidad de cada uno, especialmente en la mezcla de Policía y Guardia Civil.

La escritura atrevida y dando un voto de confianza a la inteligencia del autor, me ha recordado al peculiar Jaume Cabré, con conversaciones entremezcladas y un estilo a veces histriónico que una vez te acostumbras resulta inteligente y muy locuaz.
Hablamos de una novela negra a ritmo de thriller, con capítulos cortos que en esta ocasión nos trae por títulos las definiciones de elementos o personajes circenses y es que el título viene de la famosa frase, "monto un circo y me crecen los enanos" como colmo de la mala suerte.

CONCLUSIÓN:

Si hay que poner una frase para definir el libro diría que es un libro del que no saldrás ileso, y no solo porque el asesino mata a unos cuantos, sino también porque a través del psicoanálisis donde el escritor quiere conocer a su personaje, nos adentramos en esas cosas que producen sensaciones nuevas y placenteras que llegan a producir dependencia, normalmente creando hábitos oscuros y perversos.

Sin entrar a valorar la trama propia del libro, decir a los seguidores del autor que no hace falta más que apuntar que es otro éxito y que te hará disfrutar como los anteriores, y a los no seguidores que no saben lo que se pierden porque aunque el género thriller o negro no esté entre tus favoritos es un libro inteligente, divertido, valiente y descarado en el que el autor desafía constantemente al lector el cual ha de abstenerse si es de fácil impresión, ya que puede decirse en esta ocasión el autor se ensaña sin piedad.

¿Aceptas el desafío?

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