Robo

La penúltima novela que leí el pasado año fue también una de las diez novelas que consiguió colarse en mi top de lecturas favoritas. Estoy hablando de "Robo" de la escritora Ann-Helén Laestadius, editado por Navona.

La razón fundamental por la que me ha gustado tanto es porque tiene tres componentes muy interesantes para mi y que son los siguientes: perspectiva ecológica, componente social y mirada feminista.

La historia está protagonizada por Elsa, una niña perteneciente a la comunidad sami e hija de una familia de pastores de renos. Con nueve años presenciará el asesinato de uno de los renos de su rebaño, incidente que la marcará de por vida y que consagrará a Elsa a una vida dedicada a la lucha en defensa de la comunidad sami y los rebaños de renos.

Como comentaba antes hay diversos componentes que la han convertido en una novela fabulosa.

PRIMERO: perspectiva ecológica. Aquí la escritora remarca la importancia de los rebaños de pastoreo de renos como una medida que evita el avance desbocado de la construcción de vías y minas así como una forma de obtención de recursos de producción sostenible y local. Más allá, el centro de la novela es la caza furtiva indiscriminada de renos y la total impunidad con la que las autoridades dejan actuar a los cazadores a pesar de los cientos de denuncias existentes. La frustración ante cada uno de los asesinatos de renos en la novela es atroz, de verdad. Qué rabia y qué impotencia.

SEGUNDO. El componente social radica en cómo la novela nos muestra las innumerables situaciones de xenofobia e indiferencia que vive el pueblo sami por parte de los organismos gubernamentales y sociales así como de aquellos habitantes que no son sami. Llega a tal punto la situación de desamparo e imposibilidad de continuar con su modo de vida (pastoreo de renos) que las enfermedades mentales y el suicidio son algo habitual por lo que hay centro nacional de salud mental específico para la comunidad sami. Muy fuerte.

TERCERO. La mirada feminista de Elsa es más que evidente en la novela. Elsa crece amando los renos, sin embargo, al ser mujer no se espera que sea quien tome las riendas del rebaño familiar, sino su hermano. Evidentemente esto es algo que Elsa resiente pues es sabedora de que es talentosa e inteligente pero toda la comunidad está enfocada a ser liderada por los hombres de las familias y, por tanto, se asume que son los varones los que manden. Esto pondrá a Elsa en numerosos apuros cuando defiende a su familia y tradiciones de forma pública y sin dar un paso atrás.

En definitiva, me ha parecido una novela original al acercarnos una realidad poco conocida fuera de Suecia, con una protagonista fuerte y tenaz así como una ambientación de 10.

Tenía muchas ganas de leer este libro, no solo por las buenas críticas que ha cosechado, sino por la promesa de acercar la cultura sami, una cultura que para mí es bastante desconocida y de la que deseaba saber más, y qué mejor si puede ser a través de los ojos de una autora sami.

El título no te deja indiferente, es contundente y ya de da una pista sobre el argumento del libro. Efectivamente inicia con un robo presenciado por una niña de 9 años, Elsa.
Al empezar a leer no puedes evitar reflexionar sobre el propio título.

¿Cómo se define la palabra robo?

Si buscamos en el diccionario, concretamente en la RAE, la definición es clara: "Delito que se comete apoderándose con ánimo de lucro de una cosa mueble ajena, empleándose violencia o intimidación sobre las personas, o fuerza en las cosas".

Esta definición cobra una fuerza especial cuando leemos el libro, ya que nos muestra el robo que ha sufrido la cultura sami. La violencia que se ha empleado contra a ellos y como, pese a existir miles de testimonios sobre ello, la palabra se vuelve cómplice de quienes pretenden sustraer y acabar con su modo de vida, ya que, a fin de cuentas, es un delito menor si se lo compara con el asesinato. Pero en los robos siempre hay violencia, heridas que las personas ocultan para seguir sobreviviendo.

En cuanto a la narrativa, inicia de manera sencilla, ya que casi toda la primera parte la vivimos a través de los ojos de Elsa, en la segunda y en la tercera parte hay un salto en el que podemos ver la madurez de la protagonista, pero también otras perspectivas de otros personajes a los que la autora va dando voz.

Los capítulos son cortos, lo que hace que la lectura avance con rapidez. Si bien al principio necesitas tiempo para sumergirte en la atmósfera del libro, una vez te haces a él, no puedes dejar de leer.

¿Qué es lo que destaco de este libro?

El valor de la protagonista. Elsa me ha encantado como personaje, su miedo y a la vez sus ganas de luchar me han impresionado. Sobre todo en una sociedad donde su voz no tiene el mismo valor que la de los hombres.

Lo que cuenta. La violencia que no se menciona pasa desapercibida ante nuestros ojos, y la que se menciona de pasada, no nos impresiona, sino que la asimilamos como algo normal y olvidamos a las que son víctimas de ella.

Lo que he aprendido. No volveré a decir la palabra lapón, o al menos no sin saber lo que significa.

¿Recomendaría el libro?

Sí, pero no creo que sea un libro para todo el mundo. Es un libro que nos va a hablar de cosas desagradables y que es bastante gráfico en algunas partes. Pero si quiere entender la historia del pueblo sami, creo que es fundamental.

El pueblo sami habita en Laponia, una región que comprende el norte de Noruega, Suecia, Finlandia y una pequeña parte de Rusia. Tradicionalmente eran nómadas que se dedicaban a la pesca y el pastoreo de renos, y se estima que actualmente son alrededor de ochenta mil personas.

En “Robo”, de Ann-Helén Laestadius, se nos presenta a una familia ficticia (aunque es una historia basada en hechos reales), que representa al 10% del pueblo sami que aún se dedica a la cría de renos, concretamente en Suecia.

Aquí no solo se nos muestra lo que es y lo que significa la cultura sami, cuáles son sus creencias y su forma de vida, sino que a través de la ficción la autora reivindica los derechos de este pueblo, pone de manifiesto cuáles son los problemas a los que se enfrentan y cómo son tratados no solo por el resto de la población no-sami, sino también por las instituciones y autoridades de la zona.

Una historia que no presenta ninguna dificultad en su lectura y comprensión, pero que encierra multitud de temas que pueden generar grandes debates y dar mucho en lo que pensar: el cambio climático, el choque entre tradición y modernidad, los conflictos culturales entre el pueblo sami y el resto de la población, el papel de la mujer dentro de esta cultura en general y en la cría de renos en particular, el trato que se le da a la naturaleza y los animales, pero considero que donde más incide la autora es en la importancia de la salud mental; suicidio, depresión, desmotivación, alcoholismo, acoso, miedo, ansiedad… están muy presentes durante toda la novela, quizá en mayor medida que el resto de temas.

Un libro muy interesante tanto por el argumento como por lo que subyace debajo de él; los personajes están muy bien desarrollados, la ambientación es espectacular, la trama engancha… y expone una realidad, una problemática y una cultura para muchos (yo la primera) completamente desconocida.

Sin duda es una lectura a tener en cuenta por su originalidad, por lo entretenida e interesante que es y, sobre todo, por lo que representa.

Esta es una de esas historias que remueven y te tocan la fibra. Porque está basada en hechos reales y afronta situaciones muy duras, trayendo a la luz una realidad de la que apenas se conoce nada.

En las montañas nevadas de Laponia, en un pueblecito al norte de Suecia, viven algunas familias sami que se dedican al pastoreo de renos, una forma de vida que se remonta a muchas generaciones atrás. La narración comienza cuando Elsa, de 9 años, es testigo del asesinato de su pequeña cría de reno. Y no ha sido un hecho aislado, es algo que viene ocurriendo desde hace tiempo y continuamente. La policía no le da demasiada importancia, cuando denuncian ataques a los renos los archivan como simples robos, sin pruebas y con los recursos que tienen poco pueden hacer. Pero para los sami significa mucho más. Es un crimen contra su cultura, un ataque de odio y discriminación, algo que llevan sufriendo desde hace mucho.

Nos sumergimos así en un relato que nos muestra la realidad de un pueblo milenario y ancestral muy conectado con la naturaleza, en un paisaje mágico, entre bosques nevados y auroras boreales. Sus costumbres, sus cantos, su ropa, sus fiestas, su forma de vida. Una forma de vida que está amenazada, que se les escapa entre las manos, transmitiéndonos su impotencia y desesperación.
Es también una historia de crecimiento personal, porque vemos la evolución de esa niña y cómo va afrontando lo que vivió bajo el miedo de la amenaza. Y asimismo la de su familia y comunidad, porque a través de ellos conocemos los conflictos y problemas que experimentan como pueblo, intentando continuar con el legado de las tradiciones, cómo gestionan, cada uno como puede, las muchas dificultades, el desprecio de los demás... Hay mucho sobre salud mental, sobre el papel de la mujer en su cultura, sobre pérdidas y el alto número de suicidios que hay entre los samis. Abarca muchos temas interesantes y necesarios.

Escrita de una forma íntima y cercana, ya que la autora también es sami y ha vivido muy de cerca todo lo que narra, la novela ha sido Libro del año en Suecia y ya están preparando una producción en Netflix basada en ella. No os la podéis perder.

En un bosque invernal del norte de Suecia una figura que empuña un cuchillo está descuartizando a una cría de reno. Y no es cualquier reno, es la cría de la pequeña Elsa, una niña sami de seis años que es quien precisamente se topa de bruces con la brutal escena. A pesar de que se oculta tras un árbol, Elsa es percibida por este individuo al que reconoce como uno de los cazadores furtivos de la zona, quien no duda en señalar a Elsa, tocar sus labios con un dedo y luego pasarlo por su garganta.

Así, pasarán más de diez años antes de que Elsa sea lo suficientemente valiente como para asumir que Robert Isaksson la amenazó de muerte siendo pequeña y que ha cargado con el miedo y la culpa que conlleva guardar el secreto mientras que los pastores de su comunidad han seguido encontrando regularmente restos de sus renos cazados con fines lucrativos -comercializar con la carne de reno-, pero también por puro sadismo y resentimiento hacia los derechos de uso de la tierra de los samis.

“Robo”, el título de esta historia que llega a nuestro país con @navonaeditorial, alude directamente al hecho de que los renos se consideran legalmente animales domésticos, por lo que los delitos ni siquiera cuentan como caza furtiva para la policía, sino simplemente como robo. La autora, también de origen sami, relata esta discriminación que los samis han sufrido a lo largo de los años por su determinación a continuar con un estilo de vida tradicional como pastores. A ello hay que añadir no sólo las crisis de salud mental y las altas tasas de suicidio entre los samis, junto al acoso racista en las escuelas y cómo afecta el calentamiento global a la cría, sino a lo que significa también ser mujer sami. En esta historia, Elsa tendrá que enfrentarse también a las actitudes sexistas de su comunidad que no espera ni considera que las mujeres asuman roles de liderazgo o la propiedad de los rebaños.
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