Hay unas cuantas ocasiones en la vida en las que das un salto adelante y el pasado sobre el que estabas de pie un instante atrás se derrumba a tus espaldas y el futuro en el que planeabas aterrizar no se ha materializado aún.
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Hay unas cuantas ocasiones en la vida en las que das un salto adelante y el pasado sobre el que estabas de pie un instante atrás se derrumba a tus espaldas y el futuro en el que planeabas aterrizar no se ha materializado aún.
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Hay unas cuantas ocasiones en la vida en las que das un salto adelante y el pasado sobre el que estabas de pie un instante atrás se derrumba a tus espaldas y el futuro en el que planeabas aterrizar no se ha materializado aún. Por un momento, te encuentras suspendido en el aire, sin saber nada y sin conocer a nadie, ni siquiera a ti mismo.
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Cuando se presentaron en la Casa Holandesa aquel primer dia, se creían gente pobre. Ella lo obligó a contarle como había conseguido el dinero. Lo obligó, de verdad. Estaba convencida de que había hecho algo ilegal. En esa época nadie tenía esa cantidad de dinero.
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Se lo debí decir a tu padre como cien veces; que Maeve se corte el pelo. Pero no me hacía caso. Le daba igual. Yo siempre he querido que lo supieras, por tu propio bien. Llevas un pelo espantoso. Él no me lo permitió nunca. Siempre decía que era tu pelo, y punto.
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Si alguien me hubiera preguntado antes de aquella cita cuáles eran mis sentimientos al respecto de mi madre, le habría jurado que ninguno en especial. Me costaba entender la enormidad de mi ira.
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Yo, sin embargo, no podía dejar de pensar en el retrato al óleo de Maeve, colgado en el salón, sin que ninguno de los dos viviéramos en aquella casa. Maeve aparecía en el cuadro con diez años de edad y abrigo rojo, una mirada directa e inteligente y la negra melena suelta"
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"Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo" ¿El personaje de qué libro está hablando?