La casa holandesa de Ann Patchett
Yo, sin embargo, no podía dejar de pensar en el retrato al óleo de Maeve, colgado en el salón, sin que ninguno de los dos viviéramos en aquella casa. Maeve aparecía en el cuadro con diez años de edad y abrigo rojo, una mirada directa e inteligente y la negra melena suelta"
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