Verdaderamente, si vosotros me arrancaseis extremidad por extremidad y separaseis mi alma de mi cuerpo, yo no os diría nada. Y si dijera alguna cosa, después declararía que me lo hicisteis decir a la fuerza.
|
Verdaderamente, si vosotros me arrancaseis extremidad por extremidad y separaseis mi alma de mi cuerpo, yo no os diría nada. Y si dijera alguna cosa, después declararía que me lo hicisteis decir a la fuerza.
|
Yo me atengo a Dios, mi Creador, de todo; yo lo quiero de todo corazón.
|
Juana, nacida en buena hora, ¡bendito sea tu Creador! Doncella a quien el Espíritu Santo puso un rayo de su gracia y de quién recibes y conservas abundancia de dones. ¿Quién te tendría jamás bastante agradecimiento?
|
Por fin el sol vuelve a lucir y despuntan los hermosos días de verdor [...] Y tú, Doncella felicísima, tan honrada por Dios, tú has desatado la cuerda que estrujaba a Francia. ¿Se te podrá elogiar a ti lo suficiente, a ti que has dado la paz a esta tierra humillada por la guerra?
|
¡Prostitutas, no busquen que Dios nos quite la buena estrella en nuestra misión por recuperar el honor de Francia. Ustedes ensucian nuestra lucha!
|
No soy más feliz por haber dejado la rueca y tomar las armas, pero solo yo puedo vender a los ingleses y coronar a mi rey. Es mandato de Dios.
|
Ella me decía que yo levantaría el asedio de Orleans.
|
Yo tenía trece años cuando escuche una voz de Dios.
|
Has usado continuamente atuendo masculino, llevado el pelo corto, sin nada que demostrase que eras una mujer.
|
¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?