Dark Heir: 2

Entretenido, vibrante y misterioso. Cada capítulo cala más profundo que el anterior y nos sumerge en el mundo antiguo que se presentó en Dark Rise, tal y como sucede con la montaña en la que transcurre parte de la trama. Como segundo volumen de la trilogía, Dark Heir transita por diferentes caminos que abren nuevos conflictos y cierran algunos de los que se plantearon en la primera entrega. Se proponen nuevos escenarios y giros de trama que te dejan con la boca abierta y otros que confirman las pistas que Pacat va dejando en algunas páginas. Las relaciones entre personajes se vuelven más complejas y, una vez más, nada es lo que parece ser.

Will, James, Violet, Cyprian y Elizabeth siguen siendo los personajes que articulan la trama; todos crecen y se transforman. A ellos se unen nuevos personajes como Visander o Phillip, cuyas vidas se enrevesan hasta límites insospechados.

La ambientación sigue siendo de notable alto, siempre envuelta en un halo de misterio y en un constante tira y afloja entre lo que puede ser o no moralmente correcto y la fuerza de voluntad necesaria para cambiar un destino.

El final vuelve a ser de infarto, muy al estilo Pacat, pero esta vez va precedido de mayor cantidad de momentos álgidos bien distribuidos a lo largo de la trama, algo en lo que quizás fallaba un poco Dark Rise, cuyo desarrollo era más lento desde buen inicio. El ritmo en Dark Heir es más dinámico, sin llegar a ser tan rápido como en otras novelas consideradas «page-turner». Todo está en su lugar y estoy convencido de que en la tercera entrega se atarán los cabos sueltos.

Me alegro mucho de que Pacat haya ido aumentando su calidad literaria con los años y que siga creando personajes inolvidables.

Esperaré con gusto la publicación del tercero, pues Dark Rise es una de las trilogías que más me atrae y más me está gustando del panorama fantástico actual.

😘👌 Chef kiss.