«Ósipov realiza un diagnóstico preciso e implacable del espacio postsoviético.» Olga Merino (El Periódico) «Me encanta la prosa de Maxim Ósipov. Empecé a releer sus historias y me di cuenta de que su literatura se lee ahora como una especie de diagnóstico: un diagnóstico preciso e implacable de la vida rusa.» Svetlana Alexiévich «Ósipov es un excelente observador, con una percepción afinada de los lugares y las existencias cotidianas.» Ernesto Calabuig (El Cultural) «Ósipov se dirige a nuestra conciencia y la llena de inquietud. Y es dentro de esta inquietud donde surge la posibilidad de la comprensión.» Soledad Puértolas «Como ya hacía en su igualmente admirable libro "Piedra, papel, tijera", Ósipov, gran conocedor de la literatura rusa, pespuntea sus relatos sin cesar de citas (ya sean de Pasternak, Tolstói, Tsveáyeva...) junto a su mirada lúcida, a ratos tristemente irónica, aguda como el más feroz e implacable de los escalpelos.» Mercedes Monmany (ABC Cultural) «Es la vida, la de la gente corriente que se enfrenta a la desigualdad, la corrupción, la ridícula y exasperante burocracia o a la incultura médica y general, la que protagoniza estas crudas e irónicas historias sobre una sociedad decadente, gris y melancólica, pero de la que Ósipov logra extraer reflejos de ternura, humor y humanidad.» Andrés Seoane (El Mundo) «[En este libro] El escritor y cardiólogo Ósipov se desdobla para entregarnos la experiencia viva y el diagnóstico de una Rusia secularmente herida y dañada. (...) Como en otros libros del autor, junto a la buena observación y un fértil anecdotario, la realidad actual se lee e interpreta con el apoyo de la gran tradición literaria rusa, que elculto, irónico y a menudo humorístico Ósipov tiene muy presente para describir y valorar las situaciones y personajes que le salen al paso.» Ernesto Calabuig (El Cultural) «Envidio la capacidad de observación de Ósipov, también la ternura y el humor con el que narra situaciones que percibidas y descritas de otra forma serían de una crueldad insoportable. Ósipov tiene que ser un gran médico, de esos que te escuchan y te acompañan, es desde luego un gran escritor y a través de él podemos asomarnos con bastante desasosiego a la vida cotidiana de la Rusia de Putin.» Edurne Portela «Observador agudo de la sociedad y sus congéneres, firmemente anclado a la materialidad de la existencia, irónico, antirretórico, Ósipov escribe como paseándose por las vicisitudes y los asuntos del día, alternando ahí la memoria y la reflexión.» Eva Muñoz (Cultura/s - La Vanguardia) + Leer más |