Los inocentes

Creo no estar solo al decir que la anterior entrega de la serie de Puerto Escondido, “El camino del fuego”, me dejó un sabor un poco agridulce. Aunque disfrutable, en mi opinión, le faltaba esa esencia que tenían el resto de los libros de la serie. Es por eso que estoy encantado de decir bien alto que, con “Los inocentes” me he quitado esa espinita, y sea probablemente uno de mis favoritos de la saga.

La Teniente de la Guardia Civil,Valentina Redondo, y su prometido Oliver Gordon se encuentran en plenos preparativos de su boda, para la cual faltan apenas dos semanas, cuando esta recibe una llamada comunicándole que se ha producido una masacre en el Balneario de Puente Viesgo. Un grupo de empresarios que se encontraba en el Templo del Agua han sido objeto de un atentado con una misteriosa sustancia química, provocando múltiples muertos entre ellos. La minuciosidad y crueldad del ataque pondrán en jaque a Valentina y todo su equipo, quienes deberán enfrentarse a un viejo conocido.

Si en entregas anteriores la autora homenajeaba diferentes estilos dentro de la literatura de misterio (misterio gótico, crímenes con origen en el pasado, misterio de habitación cerrada o domestic noir), en esta ocasión ofrece un thriller policíaco puro y duro, repleto de acción, no dando tregua al lector en ningún momento. Las propias características del crimen y la consiguiente investigación hacen que el ritmo sea frenético, resultando una lectura de lo más adictiva, con el castigo, la venganza y el poder como ejes centrales.

La acción vuelve a localizarse en Cantabria, y el contraste entre la belleza y lo idílico del entorno, con la atrocidad y lo indiscriminado del ataque, contribuye a crear una atmósfera amenazante, no abandonándote esa sensación de inquietud a lo largo de toda la historia.

Los capítulos aparecen encabezados por citas de clásicos del género que son en sí mismas pistas para el lector. Así mismo, hay algunos capítulos narrados en primera persona por el asesino, lo que consigue acercarle al lector, “humanizándole” en parte. ¿Qué le ha llevado a ser quién es y a hacer lo que hace?

Valentina es un personaje complejo que, en esta ocasión, no solo deberá enfrentarse a quien más daño le hizo, sino que también deberá hacerlo a sus propias cicatrices. Esas heridas que creía cerradas volverán a abrirse, despertando en ella deseos de venganza.

Los sospechosos habituales están todos de vuelta, pero es el Subteniente Sabadelle el que consigue robar todo el protagonismo cada vez que aparece en escena.

Un ritmo ágil, que mantiene la tensión arriba en todo momento, conducirá a un clímax de esos que te dejan sin uñas.

Aunque “Los inocentes” puede considerarse un cierre de ciclo, solo el tiempo (y la autora) dirán si Valentina y Oliver volverán algún día.