Dos extraños y un destino

Caroline, una noble inglesa, viaja a América para rescatar a la persona que puede salvar a su familia. Allí se encontrará con una serie de infortunios y con un ranchero muy apuesto.

Es una historia bonita, pausada y sin grandes sorpresas que he disfrutado mucho. Los protagonistas me han gustado, sobre todo ella, y su relación, a pesar del poco tiempo en que transcurre, creo que fluye con mucha naturalidad y está llena de ternura y pasión. de verdad, qué bonita es la pluma de la autora y cómo consigue meterte de lleno en el inhóspito y salvaje continente. Seguro que volveré a visitar Elizabethtown.

Carol se aventura en un viaje para buscar a su hermano, ya que su padre ha fallecido, y el es el nuevo conde. Su familia paterna esta esparciendo el bulo de que ha fallecido para que el titulo pase a su tio. Por lo que ella con una prima viuda viaja de Inglaterra a America. Cuando llegan son engañas y casi atracada, hasta que aparece Russel y las ayuda. Su prima se arrepiente del viaje y no quiere seguir, por lo que se van los dos juntos y al final para el horno de ella inventa que están casado.
Me hubiera gustado un poco mas de conocimiento de los habitantes de Elizabethton, pero la historia se ha centrado el 95% en ellos y su viaje en el tren. Ellos en vez de hablar y aclarar los malos entendidos y que se montan en su cabeza por una frase mal dicha, presuponen lo que piensa el otro, y asi vienen los lios y las malas caras.
El libro esta bien, pero al final me ha parecido que se me ha quedado corto o ha sido rapido.