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La prosa de esta autora me intrigaba mucho desde que leí reseñas de “Si no Despierto”, libro que no he leído y no por falta de ganas. Es algo lenta, pero yo misma me sorprendía leyendo varias veces un mismo párrafo porque me sonaba muy bien, la descripción del amanecer, por poner un ejemplo. Desde luego es un lenguaje que trasmite muy bien emociones Me chocaba mucho estar leyendo desde el punto de vista de Magdalena (Lena) Haloway, el como deseaba librarse de ese sentimiento que es considerado una enfermedad y como describía su futuro tan contenta mientras yo me horrorizaba al leerlo y la muchacha tan feliz. A la vez el cambio de forma de pensar de Lena de estar deseando librarse de esa deliria nervosa de mor y de tener una vida predecible, aburrida y que, en definitiva, no sería suya; a desvivirse por un chico y a dejarse llevar por ese impulso al que tanto temía... no me quedó nada claro, tal y como pasaban las cosas me daba la sensación de que el Consorcio y el Presidente tenían razón y el amor es una enfermedad, no sentí un cambio evolutivo en la mentalidad de Lena que justificase esto, aunque a la chica hay que reconocerle que piensa. Y desde luego quedó muy bien cuadrado su miedo a la deliria por el trauma que supuso que su madre sufriera esa enfermedad. Lena no me cae mal, pero tampoco me cae especialmente bien, de nuevo, otra protagonista que cuenta la historia y no es interesante. Sin embargo, me han sorprendido algunos personajes secundarios, como la hermana pequeña de Lena, su mejor amiga, Hana y Álex. Dato a destacar, y que parece que se está poniendo de moda, es que cada capítulo empieza con una cita que introduce a dicho capítulo, canciones infantiles, oraciones religiosas, trozos del Manual FSS, o de libros de Historia, todo dedicado a acrecentar el miedo a contraer el deliria e impacta leer algunos de ellos, son un punto muy bueno del libro. Sí que me gustó lo que iban mostrándome del Manual de FSS o Manual de Felicidad, Salud y Seguridad, los síntomas del amor me parecían la mar de bien escritos para que sonasen aterradores y diese reticencia arriesgarse a padecer el deliria nervosa. También me gustan los términos para designar a las personas que no están de acuerdo con la operación o que no se han operado, Simpatizantes e Inválidos Pero realmente, la novela no me ha contado nada nuevo. Eso sí, el final me dejó con la boca abierta, un tanto peliculero y dramático, pero fue simplemente increíble. Desde luego, Delirium está bien escrito, tiene un diseño muy apropiado y bonito, algunos aspectos no me han gustado, pero es entretenida, no es la novedad del siglo, pero a los que les guste la romántica juvenil de seguro quedan atrapados en la prosa de Oliver. |
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