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Tenía muchas ganas de leer este libro pues hace tiempo que no paro de leer reseñas positivas y el argumento me atraía mucho. Nacida en Estados Unidos, Sunny vuelve a la tierra natal de sus padres, Nigeria, donde no termina de encajar. Es albina y allí no está muy bien considerado. Durante el día debe llevar un paraguas para protegerse del sol, lo cual no mejora su imagen. le cuesta hacer amigos, la llaman "Akata", que es como denominan a los nigerianos nacidos en el extranjero. Así que vive centrada en sus estudios y su pasión por el fútbol, al que solo puede jugar de noche con sus hermanos ya que de día el sol abrasaría su delicada piel. Hasta que una noche pasa algo extraordinario: tiene una premonición sobre el fin del mundo al mirar la llama de una vela. de este modo la magia entra en su vida y conoce el mundo leopardo donde por primera vez siente encajar. Esta no es sólo una novela de fantasía sino también de aprendizaje, me encanta la evolución de Sunny desde el principio hasta que acaba el libro. de sentirse rara, sola e incomprendida a encontrar su lugar, su fuerza, la amistad y todo su potencial. Y no solo eso sino que también aprende a ser responsable y a confiar en sí misma. Por otra parte, es de agradecer el cambio de contexto en una novela de fantasía y conocer un poco más sobre la cultura fantástica africana. Me ha parecido muy original y muy fresca. No hay duda de que leeré la segunda parte, Guerrera Akata, porque la cosa promete 😉 |
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