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Tiffy es una chica vibrante, alocada, estrafalaria y con un corazón enorme. Acaba de terminar una relación muy complicada y ha decidido, de una vez por todas, alejarse de ella. En busca de un piso para comenzar su nueva vida, encuentra un anuncio que le viene al pelo: tendría que compartir piso con un chico, bueno, más bien cama, pero no tendrían que dormir en ella al mismo tiempo. El apartamento es bonito y asequible, y es la mejor opción que se le ha presentado hasta el momento. Leon es enfermero y necesita dinero para ayudar a su hermano menor, así que ha tomado la decisión de trabajar en turnos de noche. Además, si durante sus horas de trabajo alquila el piso en el que vive, todavía podrá conseguir un extra más. El acuerdo de compartir cama con una desconocida, parece no gustar a su novia, no obstante, no tendrá que verla. Y así es como ambos comienzan a dejarse notas, para facilitar esa extraña convivencia, e irán conociéndose poco a poco. La novela está narrada a dos voces, por lo que podemos conocer la trama desde la perspectiva de los dos personajes, lo que me tenía en vilo por ver el momento en que, por fin, se pudiesen ver cara a cara. La historia es divertida y bonita, trata temas tan comunes como la amistad, la familia, el romance... así como temas más complejos, como el maltrato psicológico. Pero admito que, aunque me entretuvo durante tres tardes y al final me dejó una sonrisa en los labios, ha pasado por mi vida sin pena ni gloria. En tus zapatos ya está en mi kindle esperándome también, pero lo cierto es que creo que pasará un tiempo hasta que me anime a leerlo. Como siempre digo, se trata de un gusto personal y disfruto más de otros géneros, aún así, me resultó entretenido. |
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