Tiffy necesita piso con urgencia y Leon está dispuesto a compartir su alquiler con una persona que no coincida con sus turnos de hospital. El único inconveniente es que solo hay una habitación con una cama y dado que no coinciden en horarios, Tiffy acepta. Así que nos encontramos con dos personajes que no se conocen pero que comparten cama y empiezan a comunicarse a través de post-its. Me alegro de haberle dado una segunda oportunidad a Berh O'Leary. Después del desengaño con Tres citas con Carter, Piso para dos me ha trasmitido mucha ternura y me ha resultado bastante entretenido. Para mí el punto fuerte ha sido ir viendo cómo se iban cogiendo confianza a través de esas notas y los personajes secundarios. Estos son unos grandes aliados para que la historia ganase puntos, pues gracias a ellos se vuelve más divertida y le dan vida a unos protagonistas que de lo contrario, no hubiesen logrado ni la mitad de lo que consiguen con la ayuda de sus amigos. |