Antichrista

Blanche es lo menos parecido a una adolescente popular, siente pasión por leer tumbada en la cama de su habitación mientras la vida transcurre a su alrededor sin mayor trascendencia. ¿Ella lo quiere así? ¿Desea esa soledad o se ve obligada porque no posee ningún tipo de don? Con el tiempo el lector se da cuenta que la frase "Más vale estar solo que mal acompañado" le viene de perlas a esta jovencita que, en un momento dado, habría hecho muy bien en tomarse al pie de la letra este refrán. Pero conoce a Christa, la que se convertirá en su némesis disfrazada de la mejor amiga que pueda existir, y la calma que hasta esos momentos reinaba en su vida, su habitación, su casa, se diluye poco a poco de la manera más tonta. Los motivos que llevan a la chica más admirada de la universidad a entablar amistad con "el bicho raro" no se desvelan hasta la finalización del libro, hasta ese momento Blanche se verá relegada, aún más, hasta en su propia casa, en su familia, al más cruel de los destinos: la indiferencia.
Una historia angustiosa que roza el absurdo (el comportamiento de los padres es tan ridículo que podría considerarse maltrato psicológico...de hecho lo es) y que Nothomb maneja con su acostumbrada habilidad, hasta el punto de convertirse en una parodia, seguramente de su propia experiencia. Crueldad, humor, amor, ternura, desasosiego campan a sus anchas en una historia de amistad adolescente que se convierte en una obra de suspense con un final un tanto sorprendente... pero así es la literatura de Amélie Nothomb, sorprendente.