Éter. Íroas, hijos de los dioses

Se centra en la era de interés general para los lectores, los mitos de la antigua Grecia y la Atlántida, y lo explica de una manera bastante entretenida, lo que hará que los lectores presten atención al libro. Con un escenario así y con el apoyo de los dioses, cuenta con todos los elementos para atraer a todo tipo de lectores. En este segundo libro, algunos detalles no me convencieron, como la relación entre Agneta y Eryx. Olvidando que son hermanos, he visto que el amor entre ellos es algo reticente, no importa por donde lo mires, Agneta parece una seductora, y Eryx necesitado. Habiendo hablado tanto de Agneta, tenía más expectativas para ella, lo único que tenemos son algunos sueños y algunas apariciones efímeras. Eryx, me gusta su origen y su evolución. A excepción de lo de Agneta, su historia es muy interesante. Cada vez que retoma su papel, se lee con ganas. Por otro lado, Dorian se vuelve algo monótono, repitiendo la misma canción, encontrar a Agneta, no amar, pelear y matar a los secuestradores, completar la tarea, nada más. Sentí lástima por los compañeros de viaje de Dorian, amigos e incluso en el caso de una compañera, interes romántico que es solo unilateral, porque Dorian no puede dejar su monótona cancion. El camino de este grupo es muy interesante, lleno de peligros, la narrativa no decae, y mantiene un buen ritmo. Con todo, Eter ha caído en algunos fallos, ha repetido algunos patrones, y el desarrollo de los personajes principales es muy pequeño, pero es una buena historia, interesante y ligera. Con buena ambientación, es una maravillosa reconstrucción de la antigua Grecia, que combina el misticismo con la historia y brinda una maravillosa explicación de la Atlántida y su declive. Para los amantes de la historia y la fantasía, Íroas, el Hijo de los Dioses, es una buena elección.