Corazones perdidos

Los dos preferirían no echar de menos aquellas cosas que no pueden recuperar

Para entonces ya había prendido que en ocasiones estar solo es la opción menos mala de todas

Siempre estaba haciendo eso, contándole historias. Abriendo rendijas por las que se colara la magia, convirtiendo el mundo en un lugar lleno de posibilidades.

Y en cuanto empieza a hablar a Bird le viene todo a la memoria: no solo las palabras en las páginas del libro, no solo las frases sucintas que usa ahora su padre para contársela, también la forma en que recuerda haberla oído, en la voz de su madre. Pintando un cuadro con palabras en la pared blanca de su imaginación. Enterrado tiempo atrás. Chisporroteando al salir a la superficie una vez más.

Los dos preferirían no echar de menos aquellas cosas que no pueden recuperar.

No recuerda muchas cosas de su madre, pero sí está: siempre tenía un plan.

Es más fácil si desaparece para siempre y no vuelve

Si el mundo estaba en llamas, lo mejor que podías hacer era arder con él.