Leer a Brenda Navarro no es fácil. No lo es porque sus novelas golpean, duelen y dejan una huella indeleble en la memoria. La autora es capaz de expresar con poesía la realidad más cruda y lo hace con un ritmo abrumador. "Casas vacias" había dejado el listón muy alto, era difícil igualarlo, pero la autora lo ha logrado y esta novela está más que a la altura.. . "Ceniza en la boca" te mete en la cabeza de una mujer migrante cuyo hermano pequeño acaba de quitarse la vida. A través de un monólogo interno conoceros los motivos que llevaron a su hermano a su*c*darse. Un camino doloroso por el que también conoceremos la precariedad de su México natal y la de la España que los recibe, la discriminación y el racismo con el que lidia día tras día, la sensación de no pertenecer a ningún sitio y los trabajos de condiciones deplorables que tiene que aceptar para sobrevivir. . Brenda Navarro te cuenta la historia, no la escribe, lo hace sin pausas, sin detenerse a respirar y sin dejarte respirar. La narración es desordenada, pero no caótica; viaja de un tiempo a otro y cambia de escenario sin previo aviso para retratar una realidad dura para las mujeres, las personas migrantes, los adolescentes y las trabajadoras internas del hogar. . "Ceniza en la boca" es una suerte de memorias tempranas muy necesarias en tiempos de discursos xenófobos. |