Cinco crímenes literarios

Por ahora este es el último libro publicado de Frida y el inspector Cantos. Solo espero que Franc Murcia siga con la saga y nos deleite con más historias tan geniales. Tras el anterior libro Cantos se plantea de forma definitiva dejar la policía y entregó su placa pese que su intendente no estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo, pero al fin y al cabo era su decisión. Pero aunque Cantos ya no esté en el cuerpo de policía esto no afecta a los asesinos. En esta ocasión en una casa aparecen los cuerpos de dos personas asesinadas con un hacha y la escena recuerda al crimen protagonista de un famoso libro. Pero la cosa no acaba aquí ya que nuestro inspector recibe un mensaje sin sentido que tendrá que descifrar y que afecta al caso. Por lo que tiene que volver pero hasta que los de recursos humanos le vuelvan a dar de alta como inspector y tenga su placa y su pistola, tendrá que trabajar como asesor a las órdenes de Laia. La cosa se complica porque empiezan a aparecer más escenas con crímenes muy desagradables basados en otras novelas. Descubren que el asesino deja en los escenarios de los crímenes la imagen de un dios con dos caras. Para mi es el caso más complicado, enrevesado y sanguinario con el que nuestro inspector tiene que hacer frente, y no diré que el final de este libro me dejó con una sensación rara, por un lado consigue resolver el caso pero el precio que paga es para mi muy alto. Pero también entiendo que por otro lado pese a lo doloroso de la situación era la mejor manera de cerrar la novela. Agradezco al escritor los buenos momentos que me ha hecho pasar con estos libros y espero que sigamos disfrutando de Frida y el inspector Cantos.