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“ Pide un deseo”… y entonces es momento de soplar las velas. El deseo debe ser un secreto y no ser revelado, so riesgo que no se cumpla. al menos ese es el ritual o costumbre en mi país. Y pareciese que Murakami lo tomo al pie de la letra y como pretexto para construir una trama de intriga similar al deseo de cualquier “ hijo de vecina” Llena huecos con giros sorprendentes, con hechos inauditos, con sucesos inesperados. Aunque al final la concatenación de los mismos sea el paso por cierta fecha, que nadie eligió per se. Situaciones raras como el comer pollo diariamente, el dirigir a distancia un restaurante, o haber pedido un deseo, que se cumplió inmediatamente, pero al paso de los años aún se duda de ello. Puro pretexto para concluir señalando que a el, como a un innumerable grupo de personas tal fecha le resulta casi absolutamente ordinaria. Pues feliz cumpleaños a todas las chicas del cumpleaños….Y no olviden pedir su deseo. Porque a pesar de las moderadamente buenas ilustraciones yo sí trataré de olvidar este libro( que ademas se presenta como uno de los 24 relatos en la compilación “ sauce ciego, mujer dormida” ). |
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