Insólita, subversiva, desconcertante, «Lolly Willowes» es una comedia satírica, costumbrista, que incorpora elementos de fantasía, publicada en 1926 y considerada como uno de los primeros clásicos feministas. Está protagonizada por una dama victoriana solterona llamada Laura Willowes, apodada como Lolly por sus sobrinos, que vive una buena parte de su vida sumergida en la pasividad. le lleva su tiempo el ir adquiriendo conciencia del convencionalismo bajo el que vive sujeta y para huir de sus parientes controladores, se traslada a vivir a un pueblo rural de la campiña inglesa. Pero incluso allí la sigue su sobrino y las numerosas visitas de su familia. Para escapar definitivamente de los convencionalismos, Lolly acude a un sabbat del que participan muchos aldeanos y acaba pactando con una fuerza a la que llama Satanás y adopta un gatito al que llama Vinagre, que considera un emisario de Satanás. Es la suya una idea de bruja heredada de las lecturas de Joseph Glanvill, autor del «Saducismus Triumphatus» una obra sobre brujería publicado en 1681 y del «Macbeth» de Shakespeare. Narrativamente hablando es más que correcta, dominan las descripciones sobre los diálogos y quizá se podría hablar de cierto desequilibrio en el ritmo, pero es de lectura fluida y no carece de cierto tono lírico. Sylvia Townsend Warner, novelista y poeta británica, utiliza la brujería como una alegoría de la liberación de las mujeres. Es claramente una historia de empoderamiento femenino y una crítica a la sociedad patriarcal, anticipando ya la idea de la necesidad de “una habitación propia” que Virginia Woolf expone en 1929. Sigue mis reseñas en Enlace: https://librosmagazine.wordp.. + Leer más |