Luego de Sol, playa, y asesinato, Julia Montenegro nos presenta este segundo episodio de la saga con la misma narradora que, en este caso se ve afectada por un caso de envenenamiento en el hotel de su abuelo. Naturalmente cuenta con la ayuda de las cuatro ancianas a quienes ya conocimos en la novela citada, que se hacen cargo de la investigación. Con el mismo estilo ligero y fresco y sus dosis de humor y romanticismo, que acompañan a un misterio bien construido, nos encontramos, entonces con otra muy buena opción de lectura, ideal para las vacaciones. |