La historia de Martina, una bruja buena, me ha parecido un poco fantasiosa pero no está mal. He disfrutado más de otros cuentos de brujas de esta autora. Recomiendo su lectura, aunque el tema de las ilustraciones son pésimas. Es mejor no fijarse demasiado en ellas porque están muy mal seleccionadas y no pegan mucho entre ellas. |