 |
La idea de la posesión es un tema muy recurrente en las películas de ciencia-ficción de serie B, pero no tanto en los libros juveniles, de ahí que haya leído poco (casi nada) del tema. ¡Tener dos almas en un solo cuerpo es una trama con mucho gancho! Llega un momento que, inevitablemente, te inclinas por una u otra de las protagonistas; en mi caso me he decantado por Wanda. Me gusta más su "humanidad" que la forma de pensar de Melanie, quien no deja de ser una superviviente como otra cualquiera, con reflexiones que no son nada del otro mundo... Por esa razón no pude evitar sentir cierto desprecio por Jared y su indiferencia (o crueldad) hacia Wanderer. Realmente ninguno de los personajes ha llegado a gustarme, a excepción de uno: Jeb es el único que puedo rescatar de este libro; y tal vez Ian y Jamie se ganaron cierta simpatía por mi parte... ¿Cuál es el principal problema que he encontrado? El libro es lento, aburrido y tedioso. El inicio es prometedor, pero la historia flojea cuando Wanderer decide perderse en el desierto, y a partir de ahí todo es cuesta abajo, tanto, que me da la sensación de estar perdiendo el tiempo. Luego se puso un poco interesante al surgir el trío amoroso (un cuarteto, en realidad) Pero era un intento bastante desesperado por remontar la historia, y a esas alturas sólo tenía ganas de saltar páginas para llegar al desenlace: un tierno final de cuento de hadas sacado de la mismísima factoría Disney, donde todos son felices y comen perdices. Hubo un momento que pensé: ¿esta historia llevará a alguna parte? ¿Sacaré algo de aquí? ¿Una trama apasionante, un personaje inolvidable, una frase tan bonita que merezca ser enmarcada? ¿Conseguiré algo cuando termine el libro? NO. La autora no escribe mal, de hecho me agrada su estilo. Me gusta que rescate palabras largas y más o menos rebuscadas; ayuda a enriquecer nuestro vocabulario, algo que sin duda estamos perdiendo actualmente... Pero el problema es que tiende a alargarlo todo. Estira descripciones, escenas y conversaciones como si se tratara de un chicle. ¿Qué necesidad hay de hacer un libro gordo? Páginas y páginas sin nada interesante; pura paja para engrosarlo. De todas maneras, estoy satisfecha por cumplir mi objetivo: leer algo de Meyer (que no estuviera relacionado con Crepúsculo, ¡por dios!) para conocer su estilo y juzgar por mí misma. Ahora sé que no volveré a perder el tiempo en nada que haya escrito ella. Saludos ;) |
>
