Sin corazón

Cuando me enteré de la existencia de esta historia no dudé ni un momento en que la leería, y es que Alicia en el país de las maravillas es de mis clásicos favoritos. Es cierto que, por ese motivo, también me daba un poco de recelo ponerme con él por si me decepcionaba, pero ha sido todo lo contrario: la autora ha sabido trasladar la esencia del mundo creado por Lewis Carroll a su historia y ha obtenido un resultado que me ha encantado. La propia autora indica que en ciertos elementos se ha tomado libertades a la hora de construir la historia.

La protagonista, Catherine, es hija duques y enamorada de la repostería. Su sueño es abrir una pastelería junto a Mary Ann, su mejor amiga y doncella de la familia. Sin embargo, el Rey arde en deseos de que sea su esposa y la futura regente de Corazones, algo que a ella no le entusiasma. En contraposición al bobalicón y simple Rey, conoceremos a Jest: el nuevo bufón de la corte. Un experto en imposibles, misterioso y cautivador. Con un humor muy sencillo y siempre acompañado por su fiel amigo Cuervo. Un personaje con referencias a la obra de Poe. Además, vamos a encontrar más personajes que nos serán familiares como Hatta, un sombrerero que a pesar de tener esos indicios de locura todavía posee cordura; una liebre que todavía no tiene reloj y le encanta beber té; un gato chismoso con una amplia sonrisa (obviamente hablo del maravilloso Cheshire)…

En lo relativo a la trama, es curioso cómo la autora sabe jugar con esa anticipación que ya tiene en mente el lector al coger el libro. Una historia que juega con los sueños de los personajes, sus deseos… y el saber cómo Cath acaba siendo la villana es lo que mantiene el enganche a sus páginas. Posee bastantes giros y detalles de ese extravagante mundo, además de momentos de acción.