Con “temporada de huracanes” descubrí el estilo de esta autora mexicana que me ganó por completo a pesar de la violencia y crudeza de la historia. Por eso estaba deseando leer su última novela recién publicada. Si su anterior libro era incómodo y explícito, esta obra lo es incluso más. Fernanda vuelve a mostrarnos el lado más oscuro del ser humano. En un entorno en el que conviven el lujo y la pobreza, dos jóvenes se dejan llevar por impulsos repulsivos y nocivos. Con su peculiar estilo narrativo carente de pausas, un lenguaje agresivo y cantidad de fragmentos duros y explícitos, la autora nos sumerge en ese ambiente de violencia, de actos demenciales, de personajes que representan el salvajismo y la vileza. Un retrato de una parte perniciosa de la sociedad que lamentablemente existe, cuya ferocidad aflora en los momentos más inesperados, causando un daño atroz. Leer a Fernanda Melchor es encontrarse ante una literatura diferente y excelente, pero he de advertir que también es sentirse incómoda, desolada, golpeada por la violencia, desgarrada por la dureza de algunos párrafos y la realidad que nos muestra. Y aún así, insisto en recomendar a la autora, por su manera de relatar, por ser capaz en pocas páginas de producir tal desasosiego e inquietud, porque al final que una escritora consiga provocar esas sensaciones con tanta intensidad demuestra que su obra llega. En definitiva, en mi opinión, Melchor posee un estilo único e inconfundible, y se ha convertido en una de las autoras imprescindibles en mis estanterías. |