El barquero de almas

¿Cómo era posible que allí, en medio de todo el caos y el miedo, habiéndolo perdido absolutamente todo, de pronto se sintiera... completa?

-¿Dónde estoy?

-En el páramo. Es la extensión entre los mundos. Hay que cruzarlo. Todos deben hacerlo. Cada uno cruza su propio páramo. Es un lugar en el que deben descubrir que han muerto y aceptarlo.

No era una despedida, no. No sería la última vez que sintiera el calor de su abrazo, que percibiera su aroma, que se aferrara a él. No lo era. Iban a compartir un millón de besos como ese.

—Me necesitabas. Eso me hizo volver. Yo… no sabía que eso podía suceder, nunca había ocurrido; pero tú me llamaste. Te oí. Te oí, y antes de darme cuenta, estaba otra vez en la entrada del valle. Tú me salvaste, Dylan.

Tu deseo de volver tiene que ser más fuerte que el deseo de que tu alma sobreviva.

....tu almas puede morir. Cuando estás viva, la protege tu cuerpo. Cuando mueres, pierdes esa protección. Eres vulnerable.

Los espectros aceptan cualquier alma de buena gana. Pero para ellos, las almas puras son un festín.

Ella era un alma que valía la pena proteger. Un alma que merecía que le importara. Un alma a la que quería entregarle un trocito de sí mismo

Pero, en realidad, no importa qué aspecto tengas. Lo que eres está en tu mente y en tu corazón, ¿Sabes? En tu alma

Soy un barquero…Guío a las almas a cruzar el páramo y las protejo de los demonios. Les revelo la verdad y luego las entrego adonde sea que vayan