Atrapada en Venecia

No siempre las florituras son necesarias. Hay una gran belleza también en lo natural y cotidiano.

Juanjo recordaba una carta de 1844 de Charles Dickens en la que confesaba: "Nunca antes había visto nada que temiera describir,..., Venecia está más arriba, más allá, lejos de la imaginación de hombre alguno".

Los sueños nos ayudan a luchar cada día por conseguir nuestros objetivos, por acercanos a ellos, y a veces, hasta alcanzarlos. ¿Qué sería la vida sin los sueños?

No soy de los que pretenden eliminar de sus recuerdos todo aquello que les resultó doloroso para quedarse tan solo con los momentos de felicidad, sería como arrancar páginas del libro de la historia de mi vida. Las mochilas no se aligeran intentando olvidarse de sus piedras, sino asumiendo su peso, fortaleciéndose para poder soportarlo, y compensándolo con la generación de nuevas ilusiones.

Lara, a mi también me podía haber ocurrido lo mismo. Nos dejamos llevar por las fantasías, por los cuentos de hadas, por nuestra propia ensoñación imaginando lo que va a ocurrir después, y por eso, cuando algo se tuerce, no sabemos como reaccionar bien ante esa nueva situación.