Rebeca

Nuestra protagonista es una joven humilde que se encuentra en Montecarlo ejerciendo de dama de compañía de una señora de carácter difícil. Allí conoce a Maxim de Winter, un atractivo viudo veinte años mayor que ella. Entre ellos surge el amor y muy pronto se convierte en la señora de Winter y se muda a Manderley, la mansión familiar, sobre la que pesa la sombra de Rebeca, la primera señora de Winter, fallecida en un trágico accidente un año antes.

Esta novela tiene uno de los inicios más potentes de la literatura: desde las primeras líneas nos sumerge en el ambiente sofocante de Manderley. Daphne du Maurier nos brinda en todos sus libros una ambientación brutal y una atmósfera opresiva que nos acompaña a lo largo de la obra. En “Rebeca” es especialmente palpable, siendo una novela donde esa sensación de agobio va in crescendo, acompañada del misterio que envuelve a la figura de Rebeca, hasta llegar a un final apoteósico donde todo cobra sentido. de no ser una lectura conjunta, es una novela que se leería prácticamente del tirón, ya que necesitas seguir leyendo para saber qué está pasando. En mi caso, fue más llevadero porque era una relectura: aunque leí esta novela muy joven, hay detalles que son imposibles de olvidar y los tenía muy presentes durante todo el libro. Aún así, disfruté mucho de los detalles y de la discusión en el club de lectura.

Si tuviese que ponerle alguna pega a la novela, sería el final, que plantea dilemas morales importantes, y la actitud demasiado servil de la protagonista. Por lo demás, es una novela redonda, e incluso estos pequeños fallos que comento son positivos ya que dan lugar a reflexión y debate por parte del lector.

Creo que es una obra muy recomendable tanto para quien busque una buena novela de misterio como para quien quiera algo con más substancia.
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