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Crítica de Celia_0504


Celia_0504
21 October 2021
Este libro ha sido una de las mejores lecturas de lo que llevo de año y, a la vez, una pequeña (pequeñisima) decepción. Me ha gustado mucho, es la tercera novela que leo de Daphne du Maurier (sin contar recopilaciones de cuentos suyos) y me quito el sombrero ante ella, es una de mis escritoras preferidas. “Rebecca” es, directamente, uno de mis libros favoritos, y “Mi Prima Rachel” fue una lectura que disfrute enormemente de principio a fin y de la que guardo muy buen recuerdo. Las expectativas, por lo tanto, estaba muy altas con la presente novela que nos ocupa. Y creo que ese ha sido precisamente el problema. Si dichas expectativas hubieran estado ligeramente más bajas habría disfrutado mil veces más de la obra. Me esperaba algo perfecto de principio a fin, y en un 95 % lo ha sido totalmente. Ha sido ese 5 % que me ha parecido más flojo (la parte final, de hecho) el que me ha impedido poder disfrutar totalmente de la misma.

En “La Posada Jamaica” conocemos a Mary, una joven que tras quedarse huérfana se marcha a vivir con el único pariente vivo que le queda, una tía, a un paramo perdido en la Cornualles profunda del siglo XIX. Ahí el marido de su tía Patience, Joss Merlyn, regenta la posada que da titulo a la obra, un lugar aislado y de la mano de Dios con una pésima reputación y al que no va casi nadie….Porque los pocos que van alguna vez son la peor ralea de esos parajes, junto a los cuales llegan una serie de carros con propósitos oscuros y misterios que provocan la indignación y suspicacia de la gente de bien del lugar. Y, obviamente, pronto también en Mary, una joven valiente, independiente y rebelde; obligada a convivir con una tía destrozada psicológicamente y un tío violento y borracho.

Estamos ante una novela mucho más compleja y oscura de lo que puede parecer a simple vista leyendo la sinopsis. Y quizás por eso me sentí un poco desubicada. al principio me pareció una obra muy diferente a todo lo que había conocido previamente de la autora. No percibía en esta lectura tanta carga psicológica, ni que el argumento fuera especialmente retorcido o escondidamente siniestro, como si lo he notado en las dos novelas antes mentadas y en sus cuentos. La trama, a su manera, era muy directa, tanto en la acción como en la atmósfera oscura en la que estaba envuelta, y se le daba mucha más importancia a la parte de aventura que en otros libros y relatos. En otras lecturas de esta escritora tú solo intuías que esto era así, pero hasta llegado a cierto punto no veías con claridad hasta qué grado era siniestro todo y cuantas cosas había escondidas en los rellanos de esa escalera de caracol en que du Maurier convierte sus trabajos. No quiero decir con eso que en ningún momento me pareciera un mal libro, para nada, simplemente me dió la impresión de ser diferente. Pero a medida que la narración avanzaba fui viendo esos detalles sutiles y característicos que hacen de los argumentos y estilo narrativo de du Maurier algo único y especial y que, personalmente, son los que logran que esta autora me atrape como lo hace.

Lo mejor de “La Posada de Jamaica” y lo que está más conseguido es su ambientación. Daphne du Maurier sabe perfectamente lo que hace y tiene una pluma increíblemente incisiva y hermosa. No solo porque hace hábilmente descripciones de los páramos y la costa de Cornualles con una extrema plástica que se vuelve algo casi visual, transportando al lector al lugar, haciendo del paisaje un personaje más del libro. Un personaje que logra dar al lector la sensación de lejanía y de salvajismo que planea a lo largo de toda la obra. Mientras lee el lector, al igual de Mary, se sentirá el único participante en la historia, ya que las bellas descripciones del inhóspito Páramo de Cornualles y la cruel y egoísta costa se le meterán totalmente en el alma, tal es la maestría con la que están escritas. Pero también lo digo por la manera en que la narradora arrastra al lector a una región oscura y malvada de la condición humana , creando una atmósfera violenta y asfixiante, en el que el miedo, la tensión y la maldad son tan densos que podrían cortarse con un cuchillo. Esa atmósfera es como un torbellino que atrapa al lector y no le suelta hasta que finaliza la novela, le hace girar y girar sobre si mismo sin compasión, haciéndole dudar y recular, desconfiar y no estar seguro de nada. Caminar sobre un terreno traicionero y peligroso en el que cualquier paso haga al que lee caer en unas arenas movedizas de las que no pueda escapar.

Respecto a los personajes, Mary, la protagonista, me ha traído de cabeza toda la lectura. Y me ha parecido un carácter muy bien trazado, pero hasta cierto punto de la obra no he podido captarla del todo. al principio me parecía que muchas de sus actitudes y decisiones eran muy aleatorias, no tenían una explicación realmente coherente. Eso la quitaba realismo y me hacía muy difícil conectar con ella. Y realmente creo que eso nunca he podido hacerlo, pero al menos, hacia el final, empecé a captar un poco mejor como era ella. Se trata de un carácter femenino realmente fuerte, muy independiente, cabezota y valerosa. Se nota que el libro fue escrito en el siglo XX aunque este ambientado en el XIX, porque nuestra protagonista tiene unas ideas y principios más de una mujer de ahora que de una de su época, pues no quiere casarse, sino trabajar tranquilamente como granjera y ser tratada igual que cualquier hombre. Es un personaje de firmes convicciones morales, que son las que le guían para plantar cara a la situación en medio de la cual se halla metida. Todo eso está muy bien sí. Pero a mí lo que me ha llamado la atención de ella son sus recovecos más oscuros, su temeridad casi sin sentido y la forma oscura y apasionada por la que se siente atraída por lo que no debe, por lo que es malo y peligroso. Es esa insensatez sutil y férrea lo que hace de ella un personaje mucho más complejo e interesante de lo que puede parecer a simple vista. Pero si hay un personaje realmente pertubador es el de Joss Merlyn. A primera vista es el antagonista principal de la historia, un personaje violento y malvado que lleva supuestamente con mano firme la batuta de los acontecimientos que marcan los tempos de la obra. Joss Parece muchas veces un personaje desalmado y sin escrúpulos, producto de lo más terrible del género humano. Pero la realidad es que es un pobre diablo que agua en Halcón sus remordimientos y su parte y sus partes más luminosas y humanas. Su ambigua relación con Mary trae momentos tormentosos en las que la tensión de todo tipo se mascaba en el ambiente.

Sin duda alguna ellos dos son los personajes que marcan los tiempos dentro de la obra, los que tienen sobre sus espaldas los momentos más interesantes. El resto de caracteres, aunque bien esbozados, y aunque algunos de ellos son realmente esenciales para el desenlace de los acontecimientos y tienen un peso fundamental, son al lado de ellos dos meros secundarios, anécdotas dentro del camino que es el libro.

En líneas generales “La Posada Jamaica” es un libro que me parece milimétricamente perfecto y disfrutable. Una de las cosas que me han parecido mejor llevadas es que la propia trama, en su mayor parte, no me parece para nada predecible. Había momentos en que me quedaba parada porque me daba cuenta de que no tenía ni la más remota idea de cómo podían seguir dándose las cosas, no veía hasta qué punto podía llegar el argumento. Y ahí me sorprendía como la autora manejaba los acontecimientos. No voy a decir que entrasen en juego giros de guion sorprendentes e innovadores, pero se las arreglaba para mantener el interés y hacer que la narración avanzase bien y de una manera que lograba engancharme totalmente.

Por lo menos hasta el último cuarto de la obra. A partir de ahí la situación cambia.Lo que pretendía ser el giro de guion que cambiase todos los parámetros en esta obra y marcase un antes y un después, no llega a tanto, porque el lector se olía por dónde iban los tiros desde hacía un rato. Los acontecimientos se precipitan y la autora, que hasta ahora había logrado sorprenderme mientras leía, se lanza a terminar la historia de una forma muy precipitada y muy obvia, creando un desenlace que supone una bajada de calidad respecto a todo lo anterior.

A modo de conclusión, decir que “La Posada Jamaica” era un libro que tenia muchas ganas de leer. Por lo mucho que me gusta (por si no ha quedado claro) Daphne du Maurier. Y también por el aliciente de que la versión cinematográfica que hizo de esta novela Hitchcock en 1939 es una de las pocas películas que me quedan por ver de este director. Dicen que du Maurier lloro de rabia al verla, porque decía que habían destrozado su obra. Aunque el disgusto claramente no le duró mucho, véase que después el director llevó a la gran pantalla “Rebecca” y “Los Pájaros”, como es bien sabido. Curiosidades e intereses cinematográficos aparte, me alegro mucho de haber leído por fin esta novela. Pese a lo que he dicho más arriba, en su mayor parte no me ha decepcionado. La autora tiene una prosa realmente potente y sutil, sabe llevar al lector a donde quiere y hacer que éste se sienta satisfecho de participar en su juego gracias a la potente trama que nos propone en esta novela. Ya estoy deseando leer más de ella, ojalá que traduzcan más de sus trabajos al español.
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