La casa veneciana

El amor debe alcanzarnos como un rayo.

No podemos esperar que nadie nos libre del dolor que nos inflige la vida.

A veces, oírnos decir algo nos aclara las ideas y no tenemos que preocuparnos de que parezca demasiado importante o el otro lo malinterprete.

Es curioso que el teléfono pueda revelar con tanta claridad el estado de ánimo de la otra persona, aun antes de comenzar la conversación.

Cuando conoces a alguien de toda la vida y lo ves constantemente, dejas incluso de saber qué aspecto tiene esa persona.

Hay que estar con los seres queridos en los momentos difíciles.

Es curioso que cuando uno está solo repara en sonidos que nunca oye cuando está con otra persona.

¿Acaso alguien es lo que parece? La mayoría de nosotros significamos cosas distintas para personas distintas.

Los fantasmas me dan mucho más miedo cuando los armarios están cerrados.

La desaparición de los ancianos puede provocar auténtica tristeza, pero al mismo tiempo es natural, el cierre del ciclo inevitable de la naturaleza. En cambio, la muerte repentina de una persona joven está reñida con cada fibra de nuestro ser.