Carcoma es una historia donde se palpa oscuridad, donde las casas son un ente vivo, compuesto por todos los recuerdos y experiencias de sus habitantes. Probablemente para la mayoría su hogar es un refugio, pero también se puede convertir en un lugar que te aferra y del cual es difícil escapar. Es impresionante cómo Layla Martínez consigue en muy pocas páginas transmitir temas que tocan, oprimen y remueven en gran manera. A través de las voces de la nieta y la abuela, Carcoma habla del peso de los cuidados, de los secretos familiares, de la toxicidad en las relaciones, del odio, la violencia y la venganza. de cómo la diferencia de clases es determinante en la sociedad, y más en un pueblo pequeño, donde se juzga e infravalora por más que pase el tiempo y las generaciones. Pero Carcoma también pone el foco en la justicia; contra la violencia de género, por las heridas aún abiertas tras la Guerra Civil, por revolverse contra un destino fijado, dar un golpe en la mesa y tomar las riendas. Aunque, a veces, sea a través de la venganza: "no hay justicia sin muerte, ni muerte sin penitencia". |