Carcoma

Carcoma hace que se te erice la piel. No solo porque lo que cuenta pueda parecerte más o menos terrorífico (que eso va a sensibilidades), sino porque Layla Martínez consigue hacerte interlocutora de este relato. Y lo consigue a través de su narración, pues está escrita como si fuese casi una transcripción de lo que las protagonistas nos están contando. No es difícil acostumbrarse y consigue ofrecer una ventana de intimidad muy interesante.

Carcoma no es únicamente una historia perturbadora. Habla de abuso patriarcal, de traumas generacionales y de venganza (ojito si sois sensibles con esto). Habla del hambre que tiene el odio y el resentimiento, de cómo se esquirla en la piel y no se desprende ni después de muertas. de cómo esto hace que madres odien a hijas e hijas a madres. Habla de pobreza y clase social, de las consecuencias de la guerra.

Lo mejor es el mensaje y la ambientación, cómo se consigue que te de algún que otro escalofrío. Lo no tan bueno es que se acaba pronto.

No puedo decir nada negativo de esta obra. Para mí han sido clarísimas cinco estrellas. He visto reflejadas en estas tres mujeres a familiares, amigas y conocidas. He conectado mucho con ellas (sobre todo con la abuela) y he conseguido hasta empatizar en situaciones que de un primer vistazo parecen deleznables.

Quizás os la estoy poniendo muy por las nubes y al leerla pensáis que me he pasado un poquete, pero quizás es porque he visto un cachito de historias que conozco en esta corta novela llena de emociones.

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