—¿No puedes dormir? —No. –¿Quieres que hablemos un rato más? —bostezó. —No, tú duerme, yo continuaré haciendo lo que hacía. —¿Qué hacías? —insistió ella sin poder mantener los ojos abiertos del todo. —Mirarte dormir.
|
—¿No puedes dormir? —No. –¿Quieres que hablemos un rato más? —bostezó. —No, tú duerme, yo continuaré haciendo lo que hacía. —¿Qué hacías? —insistió ella sin poder mantener los ojos abiertos del todo. —Mirarte dormir.
|
¡Mira, ahora ya tenemos algo en común Pablo y yo! Odiamos el primer día de la primavera
|
Las que no acababan con un estrés insuperable al querer compaginar marido, hijos y ocupación de alto nivel, acababan pensando que no dedicaban el tiempo suficiente a su familia, o a su trabajo, y se sentían malas madres, malas esposas, malas empresarias... Sin duda en todo esto influía mucho, todavía, la cultura mediterránea, porque en otros países, aunque no funcionara mucho mejor, había una mejor conciliación y sobre todo una mayor aceptación de la figura de la mujer triunfadora por parte de la sociedad. |
"Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo" ¿El personaje de qué libro está hablando?