Saturno Destrozaste mis libros de poemas. Los lanzaste después por la ventana. Las páginas, extrañas mariposas, planeaban encima de la gente. No sé si ahora nos entenderíamos, viejos, exhaustos y decepcionados. Seguramente no. Mejor dejarlo así. Querías devorarme. Yo, matarte. Yo, el hijo que tuviste en plena guerra. |