Boulevard : Después de él (Libro 2)

Vive cada día de tu vida como si fuera el último, ama como te gustaría ser amada y ríe, ríe demasiado hasta que lo único que te duela sean los músculos de la cara, pero no los del corazón.

—Nadie tiene que decirte cuándo es suficiente. Sin embargo, tienes que saber una cosa: es difícil, pero no imposible. Aprender a soltar también es amor, Hasley.

Ella me había enseñado que debemos cuidar a las personas a las que amamos, pero que, cuando alguien no es digno de nuestro respeto, debemos sentirnos libres de alejarnos de esa persona por nuestro propio bien, sin importar que se trate de tíos, primos, hermanos e incluso padres.

—Algunas cosas tienen que doler. Ello hace que sepamos que estamos vivos, y eso está bien.

—Algunas personas son como los tatuajes —dijo.
—Y como el pasado, te marcan y se quedan

Él no era perfecto, solo una persona rota que estaba empezando a coser sus heridas.

Teníamos gustos y opiniones diferentes. Si él decía negro, yo decía blanco; si él corría, yo caminaba; si a él le gustaba lo salado, a mí, me agradaba lo dulce; si él gritaba, yo murmuraba… La mayoría del tiempo no coincidimos con el otro, pero sí lo hicimos al querernos.

Que bonito acompañar a Hasley en su viaje de superación

¿En algún momento se deja de llorar?

Seguir adelante y que los recuerdos no duelan...

Hasley no es capaz de olvidar a su primer amor Luke. Ella debe seguir con su vida y debe pasar página. Hasley es joven y tiene toda la vida por delante, una vida llena de oportunidades. Y esa oportunidad tiene nombre: Harry Beckinsale.

No tiene desperdicio la continuación de Boulevard porque vemos la historia de superación de Hasley después de la muerte de Luke, que no es capaz de dejar de pensar todo lo que había podido ser a su lado. Hasta que, por fin, puede recordarlo con una sonrisa en la cara y no con lágrimas.

Puntuación 4'3/5 ⭐

Estoy comenzando a olvidar el sonido de tu voz, estoy dejando de oírte pronunciar mi apellido... ¡Luke!

Pero recuerda que, para que nuestros muertos estén en paz, uno también debe estarlo.