—(…) Desde su casa, solo son quince minutos andando hasta el 666. —Qué nombre más horrible. —¿Y cómo llamarías tú a un nido de vampiros, Bibi? ¿La Taberna de la tía Paqui? |
—(…) Desde su casa, solo son quince minutos andando hasta el 666. —Qué nombre más horrible. —¿Y cómo llamarías tú a un nido de vampiros, Bibi? ¿La Taberna de la tía Paqui? |
Lo malo de dejar que otro decida es que, durante el tiempo que necesita para llegar a una resolución, te das cuenta de lo que deseas que diga y te acongoja que no lo haga.
|
El retrato de Dorian Gray