Lo único que le interesa a la gente

Desde su descubrimiento, la inteligencia artificial siempre ha sido uno de los grandes misterios del ser humano. Investigada por la ciencia y explorada en multitud de novelas, películas y series, se nos han presentado escenarios muy diversos, desde convertirse en una herramienta de ayuda en el día a día, hasta ser un arma de destrucción que podría someter a la raza humana o incluso acabar con ella.

En “Lo único que le interesa a la gente”, François Blais hace una reflexión de lo más interesante sobre la IA. En un futuro lejano, los seres humanos han conseguido crear androides de lujo (llamados premikas) dotados de inteligencia artificial y que sirven de ayuda y compañía a los seres humanos, entre otras cosas más… oscuras. Nuestro protagonista, un agente que se encarga de evaluar estos androides y valorar si están tomando conciencia y volviéndose más “humanos” se verá envuelto en una trama extraña que le hará cuestionarse su trabajo, mientras mantiene una lucha interna con su vida personal.

En apenas 200 páginas el autor construye toda una reflexión, no solo sobre el uso de la inteligencia artificial, si no del significado de la existencia en sí misma, con momentos hilarantes y diálogos dignos de enmarcar. La pluma de Blais es sublime, su mordacidad y su sentido del humor dotan a la novela de un valor único y una huella personal inconfundible. Destaco por encima de todo la capacidad que tiene de jugar con el humor y la seriedad, un equilibrio que es muy difícil de conseguir, pero que François Blais maneja con soltura y destreza.

Los personajes, aunque pocos, son espectaculares. Destaco sobre todo a los androides, pero por encima de todo, al protagonista, nuestro querido agente que será el hilo conductor de esta historia que va tejiéndose como una tela de araña hasta llegar a un final sublime con el que solamente puedo quitarme el sombrero.

Una novela corta pero muy intensa, que invita a la reflexión sobre el significado de la existencia. Una historia que tiene como telón de fondo la inteligencia artificial, pero que en lo más profundo es una historia puramente humana.