El sabor del hierro en el agua

Hay épocas antiguas que forjaron grandes imperios, admirados y potentes, pero a costa de vidas y sangre, a costa de esclavitud y muerte. Y ese fue el gran Imperio Romano. Mi mente romántica sueña con transportarme allí pero...luego leo libros como éste y se me pasa 🐸
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La vida cotidiana de un esclavo romano de procedencia gala, llamado Lucio (porque evidentemente te cambiaban el nombre para desraízarte de tu pasado), cuya labor consistía en mantener limpios los túneles del acueducto.
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Una labor sucia y sofocante, que el autor sabe muy bien expresar con su narrativa sencilla pero asfixiante. Leo y siento que soy Lucio, me falta la luz, el aire,...la vida.
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Múltiples referencias mitológicas e históricas que condensa perfectamente en un glosario final donde se explica cada una de ellas.
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Entrar en los túneles es la metáfora de su viaje al Tártaro, a los infiernos, al purgatorio, cuando te privan de libertad y te condenan hasta tu muerte a una labor humillante y vejatoria.
¡Qué semejanzas de muchos actualmente! Aunque no haya grilletes físicos, los hay morales o económicos.
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Ciertamente con esas simples 80 páginas te puedes hacer una idea de lo que suponía ser un esclavo de Roma: aunque hubiera libertos, la auténtica libertad venía con la muerte.
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Otra cosa que deseo destacar es la idea de que tu pasado te persigue y que por mucho que intenten anularte, anular tu personalidad borrando tu nombre, es imposible...a Lucio le persigue un monstruo que le recuerda constantemente quién es, porque en la Antigüedad tu nombre era tu personalidad, la mochila de tu linaje y procedencia.
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Excelente relato largo, hasta de lo más pequeño ¡se aprenden tantas cosas!
Lo recomiendo para quien quiera leer algo cortito, histórico y refrescar la mitología romana, o simplemente pasar un buen rato con una novela que en una hora la tienes lista.
🧙Me ha parecido de lo más original. Nada que ver con Espartaco y Gladiator. Roma la cruel y la sucia.

En esta breve novelilla, el autor nos cuenta la historia de cómo aquel que un día fue príncipe de los bitúrigos llegó a ser esclavo de los romanos, doblegado a trabajar en los canales de abastecimiento del interior de un acueducto, con la única compañía de su lucerna, su cubo y su paleta. Con Frío, Silencio y Oscuridad bañándole no solo el cuerpo sino también el alma bajo la atenta mirada de Nona, Décima y Morta conocedoras, ¡escribas! de su destino. al angustioso halo que rodea a nuestro protagonista, Lucio, habrá que sumarle la presencia allá abajo de lo desconocido y deberemos acompañarle en su desesperada huída. Atmósfera excelentemente recreada por su autor. Poco más puedo revelaros de este relato sin destripar sus entrañas. Solo me queda invitaros a que os adentreis en lo desconocido y paséis un rato con la respiración entrecortada. A la salida, os espero en la fuente.